«Es dificilísimo llegar a otra final y sobre todo como venimos, de todo halago y de todo éxito», sostuvo el seleccionador de Argentina, Lionel Scaloni, en rueda de prensa
Con un gol de Messi, Argentina se clasificó para su trigésima final de Copa América al imponerse 2-0 a Canadá en las semifinales de Estados Unidos 2024 este martes en East Rutherford (Nueva Jersey), un resultado que la deja a un paso de la llamada Triple Corona.
La Albiceleste, campeona del mundo y continental, salió airosa del MetLife Stadium con los goles de Julián Álvarez, a los 23 minutos, y Messi, a los 52, en un encuentro que mostró al capitán argentino activo e influyente tras recuperarse de una molestia en el aductor derecho.
«Es dificilísimo llegar a otra final y sobre todo como venimos, de todo halago y de todo éxito», sostuvo el seleccionador de Argentina, Lionel Scaloni, en rueda de prensa.
«Los que estamos adentro sabemos muy bien todo lo que cuesta llegar, por eso hay una sensación de felicidad pero también de preocupación porque todo cuesta mucho más y la vara está muy alta», reconoció.
Messi, por su parte, se mostró exultante por llegar a una quinta final de Copa América y por la posibilidad de «volver a competir por ser campeones» en las que llamó «son las últimas batallas».
«No es fácil que estemos otra vez en una final, que volvamos a competir por ser campeones. Lo estoy viviendo como todo en este último tiempo: disfrutándolo muchísimo y siendo consciente, como les pasa a Fideo (Ángel Di María) y Ota (Nicolás Otamendi), de que son las últimas batallas», sostuvo el capitán.
Un año y medio después de bordar la tercera estrella mundial sobre el escudo, Argentina persigue la Triple Corona, todo un hito en el continente si logra el domingo en la final en Miami quedarse con el título de esta edición luego de conquistar el mundo en Catar-2022 y Sudamérica en Brasil-2021.
La Albiceleste espera ahora por el ganador de la semifinal entre Uruguay y Colombia, que se jugará el miércoles (00H00 GMT del jueves) en Charlotte (Carolina de Norte).
– Picó la ‘Araña’ –
Como ha sido una constante en lo que va del campeonato en Estados Unidos, Argentina volvió a estar arropada por una multitudinaria marea celeste y blanca que la hizo sentirse dueña del MetLife Stadium.
Y fue en medio de ese permanente impulso desde las tribunas como los campeones del mundo lentamente tomaron el control del juego, no sin antes pasar un susto a los 7 minutos con un remate cruzado de Shaffelburg por la izquierda.
La Albiceleste metió un cambio de ritmo para sacudirse y fue Messi el que probó a puerta a los 10, pero su remate bajo y ubicado desde la frontal del área terminó perdiéndose por poco por el palo izquierdo.
Pero el que no falló fue Álvarez a los 22 minutos marcando el 1-0 al aprovechar un pase perfecto de De Paul desde el centro del campo a espaldas de la zaga. El pelotazo dejó al 9 mano a mano con Moise Bombito y tras ganar la posición definió entre las piernas del golero Maxime Crépeau.
El gol de la ‘Araña’ marcó un quiebre en el partido. Canadá se olvidó de la posesión y la presión, y permitió a Messi mayor compromiso en la distribución del juego, incluso buscó su gol a los 45 con un remate al arco, y a su lado Di María fue gravitante con sus desbordes por la banda derecha.
– El arco se abre para Messi –
Argentina arrancó el segundo tiempo con más espacios para moverse y en ese accionar con la cancha ampliada fueron De Paul y Enzo Fernández los que cobraron protagonismo con su constante ataque por las bandas.
Así cayó el 2-0 de Messi a los 52, un desborde de De Paul por derecha, toque atrás para el remate desde fuera del hombre del Chelsea y la pelota con dirección al arco es desviada por el capitán argentino en el área pequeña para desacomodar a Crépeau.
El gol fue validado por el VAR descartando un presunto fuera de juego del 10 que los canadienses reclamaron. Ahí terminó el partido para los ‘canucks’, pese a dos intentos fallidos sobre el final, uno de ellos conjurado por ‘Dibu’ Martínez.
Argentina, sabiéndose finalista, movió la pelota con mayor autoridad y desde la tribuna bajó el grito «¡Meeessi… Meeessi!» cada vez que el astro encaraba al arco o buscaba el espacio para juntarse con Di María.
Scaloni refrescó el equipo, permitió el aplauso del público para el Fideo y así llegó el final de un partido que Argentina resolvió sin apuros y con la tranquilidad de haber recuperado una buena versión de Messi para la final en Miami.