Una ola de calor duradera y expansiva se apoderará del Medio Oeste y el Noreste de Estados Unidos con temperaturas récord hasta la próxima semana, marcando el comienzo del verano con el episodio de calor más importante de este año.
Esta semana podrían batirse o igualarse casi 200 récords de altas temperaturas, ya que una enorme cúpula de calor se extiende por parte del este y podría durar hasta principios de la semana que viene. Según el Centro de Predicción Meteorológica del Servicio Meteorológico Nacional, algunas zonas podrían sufrir la ola de calor más larga de las últimas décadas.
Decenas de millones de personas que no están acostumbradas a un calor tan intenso sudarán bajo temperaturas que superarán los 32 grados centígrados esta semana.
El calor llegó al sur y al medio oeste cuando muchas familias celebraban este domingo el Día del Padre al aire libre, lo que llevó al servicio meteorológico a advertir que se mantuviera la calma en medio de temperaturas máximas de 32 grados centígrados en algunas zonas.
Durante el resto de la semana, el mayor riesgo de calor extremo se registra desde los Grandes Lagos hasta el Noreste, según el Servicio Meteorológico Nacional. Esto incluye las principales áreas metropolitanas de Chicago, San Luis, Detroit, Cleveland, Pittsburgh, Nueva York y Boston.
Este lunes por la tarde, las temperaturas alcanzarán un máximo de entre 8 a 11 grados centígrados por encima de lo normal en una amplia zona del noreste de Estados Unidos y se espera que aumenten hasta 13 grados por encima de lo normal durante el resto de la semana laboral.
En algunas zonas, como Pittsburgh, no se había visto un calor así desde hace tres décadas.
«La última vez que vimos en Pittsburgh un calor como el que se espera para la próxima semana fue hace 30 años (casi hasta el día de hoy), cuando se alcanzaron los 35°C o más durante 6 días seguidos (del 15 al 20 de junio de 1994)», dijo la oficina local del servicio meteorológico. «Se trata de la racha más larga de días con más de 35 grados centígrados registrada. Tenemos posibilidades de igualarlo o superarlo».
Las cúpulas de calor atrapan el aire y lo hornean con abundante sol durante días enteros, haciendo que cada día sea más caluroso que el anterior. Las condiciones similares a las de un horno hacen que las temperaturas nocturnas a menudo no se enfríen lo suficiente como para aliviar los cuerpos sobrecalentados, lo que aumenta el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor.
«Las cálidas temperaturas nocturnas, que solo descenderán hasta unos 23 grados centígrados, ofrecerán poco o ningún alivio, especialmente a quienes no dispongan de refrigeración adecuada o fiable», afirma el Centro de Predicción Meteorológica.
La humedad también se unirá al calor extremo para crear índices de calor de más de 37 grados centígrados, —medidas del calor que siente el cuerpo humano— en algunas zonas.
Los residentes de Chicago podrían sentir índices de calor de entre 36 y 37 y 105 grados durante la próxima semana, advirtió el NWS de Chicago. Algunas zonas del este de Nueva York y del oeste de Nueva Inglaterra podrían registrar índices de hasta 41 grados centígrados.
Las enfermedades relacionadas con el calor son motivo de preocupación en las zonas más afectadas, sobre todo para los ancianos, los niños pequeños y los trabajadores al aire libre. El calor extremo es, con diferencia, la forma más mortífera de inclemencias meteorológicas, con una media de muertes anuales dos veces superior a la de los tornados y huracanes juntos.
Los científicos han advertido de que las olas de calor serán cada vez más graves a medida que se intensifique la crisis climática.
El NWS en Detroit, donde el índice de calor podría alcanzar los 37 grados centígrados, instó a los residentes a tomar medidas de seguridad contra el calor en los próximos días, incluyendo la limitación de actividades extenuantes al aire libre, mantenerse hidratado, y comprobar en las casas de vecinos ancianos o que no tienen aire acondicionado.
