La carrera de Juan Soto vistiendo el clásico uniforme a rayas ha tenido un comienzo estelar, para sorpresa de nadie.
A continuación, les dejamos un vistazo a dónde se ubica este inicio para él y entre los arranques de carrera en la historia de los Yankees a nivel general, y cómo lo está haciendo.
Uno de sus mejores inicios
Cuando un jugador está en su séptima temporada en las Grandes Ligas, la idea de clasificar sus comienzos de campañas puede sonar un poco tonta. Pero no cuando se trata de un jugador del calibre de Soto, cuyos primeros años – como ya se ha dicho – parecieran tenerlo enrumbado hacia el Salón de la Fama. Sólo miren la compañía en la que estaba en términos de OPS+ al empezar este año:
Mejor OPS+ hasta la temporada de 24 años de un jugador, con un mínimo de 3,000 visitas al plato
Ty Cobb: 176
Mike Trout: 170
Mickey Mantle: 166
Jimmie Foxx: 166
Juan Soto: 157
Según casi cualquier métrica que elijas, Soto ha tenido su mejor inicio desde aquella increíble campaña del 2020, cuando bateó .351 con porcentaje de embasarse de .490 y un slugging de .695 en 47 partidos. Nunca sabremos cómo habría sido su línea final si esa campaña no hubiera sido de 60 juegos, pero las estadísticas de Soto fueron impresionantes.
Cuando se trata del 2024, cada elemento de su línea de .316/.429/.553 es su mejor marca en sus primeros 30 encuentros de una temporada desde aquella de .368/.492/.764 en el 2020. Sus siete jonrones, 63 bases alcanzadas, 24 carreras impulsadas y 60 veces en base son – por mucha diferencia – sus segundas mejores en cualquier inicio de 30 choques, sólo detrás de lo hecho en el 2020 (11 HR, 81 BA, 31 CI, 65 veces en base).
Ésta es la segunda vez que se embasa en al menos 60 ocasiones en sus primeros 30 juegos. Desde 1900, los únicos jugadores con más inicios así antes de cumplir los 26 años son Mickey Mantle (cuatro), Lou Gehrig (tres) y Jimmie Foxx (tres).
Dejando atrás los malos comienzos recientes
¿Otra razón por la que vale la pena destacar este despegue estelar en el 2024? Sus últimos comienzos habían sido un poco menos productivos, siempre en medio de rumores de cambio. Recuerden, Soto es el primer jugador en ir al menos tres veces al Juego de Estrellas y cambiar de club dos veces antes de cumplir 26 años. En otras palabras, han estado sucediendo algunas cosas.
Las líneas de Soto en sus primeros 30 partidos entre el 2021 y el 2023:
2023: .214/.382/.398
2022: .257/.396/.468
2021: .279/.392/.423
Tengan en cuenta que siempre se recuperó para terminar teniendo un clásico año estilo Juan Soto en cada una de esas campañas. El punto de partida del 2024 es simplemente mucho mejor.
Uniéndose a la historia de los Yankees
Con un jugador tan talentoso como Soto y una franquicia tan histórica como la de los Yankees, vale la pena poner estos primeros 30 encuentros en perspectiva.
El toletero estuvo haciendo cosas históricas desde la primera serie de la temporada. Soto se convirtió en el primer jugador en la era de la expansión (1961) en conseguir una carrera empujada que dio la ventaja a su club en el séptimo episodio o después en tres de sus primeros cuatro juegos con una novena, y el primero en hacerlo en tres de sus cuatro con los Yankees, específicamente, desde que las remolcadas se convirtieron en una estadística oficial en 1920, según el Elias Sports Bureau.
Ahora, tras 30 cotejos, Soto tiene OPS de .981, el quinto más alto en los primeros 30 choques de un miembro de los Yankees (mínimo de 125 visitas al plato). Sólo está detrás de Roger Maris (1.058), Joe DiMaggio (1.044), Whitey Witt (1.028) y Bob Meusel (.989).
Como se mencionó anteriormente, Soto se ha embasado 60 veces. Es la tercera mayor cantidad en los primeros 30 juegos de un jugador con los Yankees, detrás sólo de las 66 de Witt y las 63 del venezolano Bob Abreu.
¿Cómo lo está haciendo?
Soto tiene una receta para el éxito, una que ha sido constante a lo largo de su carrera: Ser selectivo a la hora de hacer swing y hacer que cuente. Y, de hecho, esta temporada tiene la quinta tasa de swings más baja y la tercera tasa de swings más baja ante pitcheos fuera de la zona de strike entre los bateadores calificados.
Pero cuando decide poner el bate en acción, hace contacto sólido el 27.0% de las veces, la marca más alta entre todos los jugadores con al menos 55 bolas bateadas. Dar batazos duros – aquellos con una velocidad de salida de 95 millas por hora o más, según Statcast – es un objetivo importante, porque conduce a buenos resultados. Hasta ahora este año, los jugadores batean .483 con slugging .926 cuando dan batazos duros. Para Soto específicamente, esas marcas son de .528 y 1.038, respectivamente.
¿El otro objetivo? Darle a la pelota hacia arriba. La tasa actual de roletazos de Soto del 41.1% sería la más baja de su carrera si la campaña terminase hoy, y es más de 10 puntos porcentuales más baja que la del año pasado.
Soto batea .521 con slugging 1.083 cuando da elevados o líneas, y siempre ha tenido números similares con ese tipo de conexiones. Al dar menos rodados, se está posicionando para obtener mejores resultados.
La culminación de todo esto es lo siguiente: No sólo está dando más elevados en general, sino también que lo está haciendo cuando hace contacto duro. El 66.7% de sus batazos duros han sido elevados y líneas. La única temporada en la que tuvo una tasa más alta fue en el 2019, con un 71.4%. En noticias relacionadas, ese año fue su tasa más baja de rodados en una campaña completa, con un 42.9%.
¿Qué sigue?
Todavía queda mucha temporada, pero no hay duda de que ver a Soto en el Bronx es un placer. En caso de que te lo preguntes, ha habido nueve jugadores que han sido Jugadores Más Valiosos en su primer año después de ser cambiados, más recientemente Christian Yelich en el 2018. El único otro en la Era del Comodín (desde 1995): Josh Donaldson en el 2015.