Richard Cruz y Jaime Pinilla Gómez, operadores de barcos turísticos en Nueva Jersey, fueron acusados de la muerte del niño Julián Vásquez y a su tía Lindelia Vásquez en un naufragio en el río Hudson frente a Manhattan (NY), en el verano de 2022.
Según las autoridades, el bote turístico iba a exceso de velocidad y abarrotado cuando se hundió en el río Hudson el 12 de julio de 2022. Vásquez, de 47 años, y su sobrino de 7 estaban con unos 10 miembros de una familia de turistas colombianos cuando subieron al barco.
Cruz (32) y Pinilla Gómez (35) fueron arrestados hoy en Elizabeth (NJ) y enfrentan hasta 10 años tras las rejas por un cargo de mala conducta y negligencia de un oficial de barco con resultado mortal según fiscales federales.
Gómez, un “marinero sin suficiente experiencia”, estaba operando la lancha motora Yamaha AR-240 de 24 pies llamada “Stimulus Money” que se volcó y expulsó a 13 pasajeros al agua frente a la costa de Manhattan. Cruz había comprado el barco tres meses antes y el paseo no había sido certificado ni acreditado por la Guardia Costera de Estados Unidos, acotó New York Post.
El dúo había excedido la capacidad máxima permitida de la embarcación y Gómez estaba operando imprudentemente la embarcación a una “alta velocidad” durante un aviso de embarcaciones pequeñas con fuertes vientos y mares agitados, dijeron los fiscales.
La estela de un ferry que pasaba sacudió el bote y la volteó ayer alrededor de las 2:46 p.m. frente al Muelle 84 (Pier 84) cerca de W. 46 St. y 12th Ave. en Midtown Manhattan. Los buzos de la policía de Nueva York y el FDNY encontraron al niño y su tía inconscientes atrapados debajo del bote.
Un aviso a embarcaciones pequeñas, generalmente emitido por el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) para vientos que crean condiciones peligrosas, estaba vigente en el momento del accidente mortal, dijo entonces la Guardia Costera en un comunicado.
“Existen regulaciones federales y protocolos de seguridad para garantizar que los capitanes y operadores de embarcaciones comerciales mantengan seguros a los pasajeros”, dijo el fiscal federal Damian Williams. “Los acusados supuestamente violaron esas regulaciones, ignoraron imprudentemente los protocolos de seguridad, operaron la embarcación a una velocidad peligrosa en condiciones peligrosas y la sobrecargaron con demasiados pasajeros a bordo. Y el resultado fue trágico: un niño y una mujer quedaron atrapados debajo del barco y se ahogaron después de que se volcara”.
Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.