Castro Silverio: “Me sentí mal en un instante tras perder diputación en 38 años”

Castro Silverio: “Me sentí mal en un instante tras perder diputación en 38 años”

Máximo Castro Silverio, de 79 años, se despide de su curul en la Cámara de Diputados. Tiene un tiempo récord de años siendo diputado de Santiago, de hecho cuando llegó al puesto, el presidente Luis Abinader acababa de cumplir 19 años.

En una entrevista con Listín Diario, Castro contó cómo se unió a la militancia del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), cómo fueron sus 38 años ininterrumpidos como diputado, y además cómo el partido ha estado en su mejor momento, como cuando se convirtió en legislador en 1986 y, en la actualidad, cuando se despide, está en su momento de declive.

“Tenemos 38 años de manera consecutiva en el mismo partido actuando y cumpliendo con nuestra obligación partidaria y congresionales, sobre todo, y creo que somos la única persona en la República Dominicana que tenemos este tiempo en esta posición electiva”, dijo.

Cuando Castro se enteró que no había sido reelegido, se sintió mal, pero admitió que su familia y el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, le han dado mucho apoyo en las últimas semanas.

“Esta última batalla fue una experiencia… Me sentí mal en un instante, porque sé que eso no era lo que el pueblo me había dado. Me sentí engañado, sentí que me atraparon, pero luego mi propia familia me brindó mucha fortaleza, y muchos amigos, como el presidente de la Cámara (Alfredo Pacheco), que fue el primero que me llamó y me dijo ‘el mundo no se va a acabar con eso, tú todavía tienes mucho que darle al país, y tú tienes un nombre que lo construiste’”, dijo.

Aunque dijo que daría más detalles de las razones por las que perdió en un libro donde relatará su vida como legislador, adelantó que fue a las elecciones “con ciertas debilidades, jugándomela, sabiendo el riesgo que corrí ahora, porque no tenía los defensores de voto, no tenía el guardián del voto en la mesa, y realmente no tenía los recursos que exhibían otros”.

Castro se definió como un hombre que vino de abajo, humilde y sin ambiciones y, según explicó, por eso no decidió postularse a otros puestos políticos. “Mi propósito ha sido siempre lograr objetivos y con la diputación los lograba y no tenía que confrontar a nadie, ni tenía dificultad con nadie… No me quise meter nunca en competencia de senaduría, no he tenido ambición para eso ni para sindicatura, nada de eso”, añadió. Mientras que su secreto para permanecer en esta curul por tanto tiempo ha sido el apoyo de su familia, no ser grosero y cumplir con la responsabilidad de asistir a las necesidades de las personas. “Gracias a Dios hasta ahora yo creo que mi comportamiento generó el apoyo que yo he conseguido, porque no tengo fortuna, no he acumulado fortuna, no ando detrás de nadie buscando nada”, señaló, a lo que agregó que realizaba sus campañas con pocos recursos, incluso pidiendo dinero prestado.

Sus inicios en política

Antes de dedicarse a la política, era pelotero y también se dedicaba a trabajar en una mueblería y colchonería de un tío que estaba ubicada en la calle Manuela Diez, del Distrito Nacional. Ahí permaneció hasta 1968. Pero no fue hasta 1980 cuando Balaguer formó una comisión en Santiago, y Castro fue nombrado como parte de este grupo.

Dos años después, en 1982, fue elegido como regidor número dos, y se convirtió en el secretario del partido reformista en Santiago. Cuatro años después, en 1986 fue elegido como candidato a diputado en una asamblea del partido, y cuando ganó fue también escogido para ser secretario general del PRSC.

Relación con Balaguer

Dijo que tenía una relación muy personal con Joaquín Balaguer, a quien conoció por primera vez en persona en 1965, dentro de su casa, cuando hubo un frente frío en el país, y Balaguer le entregó a él y a sus hermanos, quienes ya conocían el partido, 800 frazadas para llevarlas a San José de las Matas, en Santiago. Allí, según recuerda, Balaguer conversó con ellos sobre Santiago, y los felicitó porque estaban por un buen camino en su juventud.

Situación del PRSC

Dijo que cuando fue elegido diputado, en 1986, había 61 diputados del PRSC, sin embargo, en la actualidad hay sólo dos.

“Después de la muerte del presidente Balaguer el partido se ha estado deteriorando, la situación interna del partido nos ha dado muchas lecciones de debilidades, el partido se ha dividido dos o tres veces… El partido empezó a disminuir a partir del 1996 al 2000, ahí nosotros sacamos 17 diputados”, explicó.

Espera que el partido tenga un relevo joven, porque entiende que una nueva generación puede dirigir el partido.

“He estado hablando con el ingeniero Quique Antún, y está en esa dirección ahora, pero no un lote de gente disidente que quieren el partido para hacer otra cosa distinta a lo que son los principios del partido, jóvenes que vengan a proyectarse en nuestra organización política y lo vengan a hacer crecer, es el relevo al que yo aspiro”, indicó.

Mudanza de su despacho

Pronto va a mudar todas sus pertenencias de su oficina. Y allí tiene recuerdos que atesora como un retrato de cuando tenía 17 años. Una foto de su padre, Carlos Silverio, mientras recibía un reconocimiento a los 115 años en el hemiciclo; reconocimientos a su trayectoria, y decenas de libros.

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