La violencia con armas de fuego en la Gran Manzana sigue siendo una de las principales preocupaciones de los neoyorquinos, quienes a pesar de que los principales delitos en la ciudad continúan mostrando reducciones significativas, todavía manifiestan no sentirse plenamente seguros. Y es que pese a que las muertes y los crímenes con armas de fuego, de acuerdo al NYPD, han bajado entre el 11% y el 27%, respectivamente, un total de 236 asesinatos, 592 tiroteos y 705 víctimas en lo que va corrido del 2023, siguen causando alarma, principalmente en vecindarios azotados por olas de violencia que tienen atemorizadas a comunidades enteras.
Y asegurando que la Administración Municipal sigue comprometida en reducir la violencia en la Gran Manzana y alejar a jóvenes de las armas de fuego, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, anunció este lunes una nueva iniciativa de seguridad, con la que se invertirán más de $485 millones, no solo en vigilancia, sino en programas de apoyo en sectores de educación, vivienda, empleo, oportunidades, interrumptores de violencia y otras áreas, a fin de crear comunidades más seguras.
Así lo reveló el mandatario local, tras dar a conocer que el llamado Grupo de trabajo para la prevención de la violencia con armas de fuego de la Gran Manzana, que reúne a funcionarios y miembros de la comunidad, creó una hoja de ruta que priorizará inicialmente sus acciones en seis de los 30 distritos de la ciudad que registraron los mayores hechos de violencia el año pasado, donde se estima se da aproximadamente el 92% de la violencia armada total.
Los recursos serán destinados principalmente en las comunidades de Port Morris, Mott Haven, Melrose, Morrisania, Claremont, Crotona Park, Grand Concourse, Bronx Terminal Market, Yankee Stadium, Wakefield, Woodlawn, Baychester y Williamsbridge, en el condado de El Bronx, y Brownsville, Ocean Hill, East New York y Cypress Hill, en Brooklyn, que representan el 25% de reportes de incidentes de tiroteos y el 39% de disparos confirmados.
“La seguridad pública no es solo un requisito previo, sino el camino hacia la prosperidad. Es lo que hemos hecho campaña y lo que hemos entregado. En general, el crimen ha disminuido en toda la ciudad desde que empezó el año hasta la fecha, y nuestros números continúan con la tendencia en la dirección correcta”, aseguró el alcalde Adams, desde la sede de la Alcaldía, donde estuvo acompañado por la gobernadora, Kathy Hochul y otros funcionarios locales.
“El trabajo de seguridad pública nunca termina e incluso una sola pérdida de vida por la violencia armada es una tragedia y hoy estamos llevando nuestros esfuerzos para poner fin a la violencia armada al siguiente nivel con este nuevo ‘Plan para la seguridad comunitaria’: un plan de más de $485 millones de dólares que duplicará nuestros esfuerzos de seguridad pública, invertirá en nuestras comunidades más afectadas, apoyará a nuestros jóvenes y los llevará por el camino correcto”.
Edward A. Cabán, nuevo comisionado del NYPD, recalcó que la Uniformada no bajará la guardia en su lucha contra las armas de fuego, de las cuales se han logrado sacar de las calles este 2023 unas 11,000, pero valoró que la Ciudad invierta en combatir el problema desde las raíces.
“Estamos abordando esta crisis de salud pública de frente y nuestro enfoque sigue siendo claro: apoderarse de las armas, detener los tiroteos y salvar vidas”, dijo el jefe de la policía. “Todo comienza con abordar los síntomas de la violencia armada y trabajar en estrecha colaboración con nuestras fuerzas del orden público y socios comunitarios para mantener seguras a las personas a las que servimos. Juntos, nunca perderemos de vista nuestro principal propósito compartido: hacer que la ciudad de Nueva York sea mejor mañana de lo que es hoy”.
La Gobernadora Hochul mostró su apoyo al plan de la Ciudad, y aseguró que el Estado invertirá $30 millones para apoyar la lucha contra la violencia con armas de fuego de la Gran Manzana, de los cuales $6 millones se usarán para el Plan para la seguridad comunitaria del Grupo de trabajo de prevención de la violencia armada, $24 millones para expandir el programa de empleo juvenil de verano de los cinco condados a un programa de todo el año, que forman parte del financiamiento aprobado de $337 millones para prevenir y reducir la violencia en el próximo año.
“La seguridad pública es mi principal prioridad y nunca dejaré de luchar para mantener segura a la gente de este estado”, aseguró la mandataria, reconociendo que el camino para acabar con la violencia en la Gran Manzana será bastante largo. “Las inversiones en la ciudad de Nueva York que anunciamos son parte de un enfoque integral que estamos adoptando para poner fin al flagelo de la violencia armada. Si bien hemos logrado un progreso significativo, hay más trabajo por hacer”.
El Defensor del Pueblo, Jumaane Williams, destacó la importancia de que el nuevo plan aborda la lucha contra la violencia no solo desde lo policial sino desde la necesidad de invertir en las comunidades desatendidas, que piden a gritos programas y mayores oportunidades para mantener alejados a los jóvenes del mal camino.
“Después de más de una década de presionar por un enfoque holístico para abordar la violencia armada desde sus raíces, y de encontrarnos con vacilaciones y hostilidades alternas, es gratificante escuchar el anuncio de que finalmente se respaldan esas estrategias”, dijo Williams, advirtiendo que las medidas que se implementarán pueden tener un impacto real y duradero, dependiendo de si se aplican bien, salvando vidas en las comunidades que se vean fortalecidas, no simplemente a través de una “dependencia excesiva” de la aplicación de la ley.
“La intención es importante, pero la implementación es clave. En las próximas semanas y meses, mi oficina estará monitoreando de cerca y colaborando donde sea posible para asegurar que la inversión y la infraestructura se coloquen en los lugares donde serán más efectivas”, dijo el Defensor del Pueblo, aclarando que los cambios no ocurrirán de la noche a la mañana.
“Quiero advertir que este tipo de enfoque e impacto no son instantáneos. Los beneficios aquí serán duraderos, pero no inmediatos, y debemos tener el coraje político para mantener el rumbo en un entorno de titulares cortos y campañas políticas largas”, dijo el exconcejal. ”Necesitaremos absolutamente estándares para el éxito y la responsabilidad, pero es importante que esas métricas se alineen con el enfoque. Si hacemos esto bien, tenemos la oportunidad de ayudar a los neoyorquinos a estar y sentirse seguros, más allá de cualquier ciclo de noticias o cualquier administración”.
A.T. Mitchell, copresidente del Grupo de trabajo para la prevención de la violencia armada y fundador de la organización Man Up!, señaló que la hoja de ruta que se empezará a poner en marcha fue el resultado de un trabajo de diferentes partes.
“Este documento vivo es el comienzo de un esfuerzo de colaboración histórico que, una vez implementado, trabajará para evitar que ocurra violencia armada en nuestra ciudad”, dijo el líder comunitario.
“Cada año, perdemos demasiadas vidas debido a la violencia armada sin sentido que podría evitarse… El plan del alcalde se basa en el trabajo que hemos estado haciendo para acabar con las redes organizadas de tráfico de armas, perseguir a las empresas de armas y defender las leyes de armas de sentido común y nos ayudará a abordar la raíz de la violencia armada”, dijo James. “Los neoyorquinos merecen vivir en comunidades libres de violencia armada y continuaremos luchando todos los días para que eso sea una realidad”.
Michael-Sean Spence, director de iniciativas de seguridad comunitaria de la organización Everytown for Gun Safety, destacó que se destinen rubros para ampliar los programas de interrupción de violencia en el plan municipal.
“Los interruptores de violencia basados en la comunidad son esenciales para un enfoque integral para reducir la violencia armada en nuestras ciudades y garantizar el financiamiento es fundamental para su longevidad”, dijo el líder comunal. “Todos estamos agradecidos de que el alcalde Adams continúe dando prioridad a las inversiones para construir un programa integral de prevención de la violencia armada para garantizar la prestación de servicios integrales y atención informada sobre traumas a nuestras comunidades más afectadas por la violencia armada”.
Susan Shah, directora general de justicia racial de Trinity Church Wall Street, se puso a tono con la posición que por años han tenido diferentes sectores en la Ciudad, que insisten en que la única manera de lograr una seguridad duradera y alejar a los jóvenes de la violencia armada, es dando recursos, oportunidad e inversión en necesidades básicas y mejores opciones para las comunidades más vulnerables.
“Las comunidades saludables son comunidades seguras. Solo al invertir en vivienda, salud, empleos y servicios para la juventud, Nueva York puede abordar y prevenir la violencia. Nos complace ver que la ciudad comprometa a todo el gobierno en esta promesa a nuestras comunidades”, advirtió la neoyorquina.
Detalles del nuevo plan de prevención contra violencia de armas en NYC
- $485 millones será la inversión de la iniciativa
- 6 distritos de la Gran Manzana donde ocurren la mayoría de delitos, recibirán la inversión
- $118.3 millones se destinarán en planes de intervención temprana
- $57.5 millones se invertirán en viviendas públicas y aumentar acceso a unidades de vivienda de transición, de apoyo y permanentes
- $67.8 millones serán para labores de navegación y beneficios públicos de personas y familias involucradas con el sistema de justicia
- $8.64 millones para invertir en espacios públicos, parques, áreas de juego y centros comunitarios
- $118.5 millones se invertirán en empleo, oportunidades y capacitación de habilidades para los jóvenes y personas involucradas en el sistema de justicia
- $106.6 millones se usarán para reforzar los recursos de salud mental para jóvenes y otras personas con una enfermedad mental diagnosticada
- $2.6 millones se invertirán para fortalecer los lazos de confianza entre la policía y las comunidades, asegurando una vigilancia policial más efectiva
- $1.5 millones adicionales se darán a la participación y la evaluación para construir una infraestructura para medir el progreso en las estrategias