La música es una expresión artística universal que provoca diversas emociones con sus letras y melodías, pero también ha sido el epicentro de muchas batallas legales cuando se cruza la delgada línea entre la inspiración y la infracción.
Las demandas por derechos de autor es un tema repetitivo en la industria musical y la escena local no escapa a ello. Algunos aún tienen el beneficio de la duda, otros han sido castigados y se ha comprobado que sus “inspiraciones” son ideas de otras personas
El derecho de autor es el conjunto de leyes que concede a los autores, artistas y demás creadores la protección por sus creaciones literarias, artísticas o científicas.
En República Dominicana existe la Ley No. 65-00 sobre Derecho de Autor, y además es signataria del Convenio de Berna para la protección de obras literarias y artísticas y de la convención Internacional sobre protección de los artistas intérpretes o ejecutantes, los productores de fonogramas y los organismos de radiodifusión (Convención de Roma).
Artistas como Wilfrido Vargas, Rafael Solano, El Cata, Lo Blanquito Romeo Santos y el caso más reciente que vuelve a la palestra pública, Anthony Santos, han sido acusados por derechos de autor.
Esta semana, “El Mayimbe”, Anthony Santos fue declarado en rebeldía por una jueza de la Segunda Sala de Penal del Distrito Nacional, quien dictó en su contra orden de conducencia.
“El Bachatú”, como también se le conoce al artista, enfrenta una demanda por violación a la Ley 65-00 sobre derecho de autor, presentadas en el 2022 por Elba Chaljub Mejía y Julio García Reynoso, sucesores legales del autor y compositor dominicano Tatico Henríquez.
En la demanda se alega que Chaljub Mejía y García Reynoso son los reales propietarios de la obra musical titulada «Corazón de piedra», conforme al certificado No. 0006608, de la Oficina Nacional de Derecho de Autor.
La defensa de los parientes de Tatico acusan al Mayimbe de grabar, comercializar y mutilar la canción “Corazón de piedra”, cambiando el título de “La funda”.
Los familiares en la demanda reclaman una indemnización “de los daños morales y materiales sufridos, que han sido evaluados por la suma de 10 millones de pesos”.
En 2012, el juez de Atención Permanente del Distrito Nacional, ordenó el arresto de Santos por 24 horas tras ser acusado de plagiar dos temas del cantante Ney Nilo. Ese mismo día, el bachatero conocía en el juzgado otra medida de coerción en torno a otra demanda presentada por Teodoro Rodríguez, quien alega que el cantante le plagió el tema “Me quiero morir”.
El tema “El baile del perrito”, que interpreta Wilfrido Vargas, y que el veterano músico aparece como autor, dueño y arreglista musical, ha sido objeto de reclamo varias veces.
Ya antes lo había hecho el compositor Winston Paulino, quien asumió una lucha tanto en medios de comunicación como en los tribunales, reclamando sus derechos como autor del merengue.
El caso duró más de 20 años en los tribunales, finalmente ambas partes llegaron a una conciliación con la que terminó el conflicto.
El merenguero Edward Bello Pou, conocido El Cata, fue a los tribunales en Estados Unidos por su canción “Loca”, junto a Shakira, luego de una demanda interpuesta por Ramón Arias Vásquez y Mayimba Music. El dominicano perdió en primera instancia una demanda por derecho de autor, pero demostró luego que realmente era de él.
En 2006, Shakira tuvo que indemnizar al extinto, compositor y folklorista dominicano Luis Días, luego de que la artista colombiana utilizara un estribillo de su merengue “Baila en la calle”, un clásico del carnaval de República Dominicana, en la canción “Las caderas no mienten”. Shakira y el músico llegaron a un acuerdo extrajudicial.
Un caso de difamación por derecho de autor llegó hasta los tribunales cuando en 2015 el comunicador Álvaro Arvelo (hijo) destapó el caso de la canción “Por Amor”, autoría del maestro Rafael Solano, cuando en el programa “El Gobierno de la mañana”, afirmó que dicho tema no era autoría de Solano, sino del compositor Manuel Troncoso.
Cuatro años después (2019) Solano entabló una demanda al propietario y director de la emisora radial La Z-101 en la que reclamaba una indemnización de 100 millones de pesos por difamación.
En principio, en 2019, la jueza de la Octava Sala Penal del Distrito Nacional condenó al fallecido Alvarito Arvelo al pago de 1.5 millones de pesos a favor del maestro Solano por difamación e injuria.
Sin embargo, en 2022 el tribunal de la Cuarta Sala Penal del Distrito Nacional rindió una sentencia absolutoria en favor del comunicador Álvaro Arvelo.
Otro caso es el de Romeo Santos, “El Rey de la bachata” fue demandado por el productor Nazim Guity en New York, alegando que le habría plagiado la canción “Eres Mía”, incluida en el disco “Fórmula Vol. 2”, del 2014. El dominicano se defendió y lo negó.
El desaparecido grupo Lo Blanquito, fue demandado, en 2018, por la cantante, compositora y DJ Natasha Marie, conocida como Miss Gem, por la suma de 20 millones de pesos, por alegada violación de los derechos de autor por perjuicios por el tema “Hakuna Matata” que grabaran Lo Blanquito.
El bachatero dominicano, Zacarías Ferreira, y el cantante español, Danny Daniel tienen casi cuatro años en pleito que inició por una demanda de derechos de autor, pero que terminó derivándose en otra de difamación e injuria.
«Tú no correspondes», escrita por el autor español, es la canción del pleito judicial de ambos intérpretes.
En el tema interpretado por Zacarías se cambió el título de «Tú no correspondes» a «Te quiero a ti», bachata grabada por el dominicano hace 24 años, incluida en su segundo álbum «El Triste», presentado en el 2000.
«Y no solo eso, sino que la registró a su nombre en dos de las Sociedades de Autores más importantes del mundo: ASCAP en USA y SGAE en España», afirmó Danny Daniel en documento enviado en ese entonces a Listín Diario.
Ante las declaraciones públicas, Zacarías Ferreira procedió a demandar el 4 de septiembre de 2020 a Danny Daniel, acusándolo de ofrecer «declaraciones difamatorias e injuriosas».
Esta demanda lleva casi cuatro años y se ventila en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, en la capital dominicana.