Bien lo dijo Residente en su tema con Bizarrap: “Los negocios son negocios, socio, en los negocios no hay amigos» y un claro ejemplo de esto es la industria musical con artistas que se ven envueltos en disputas legales con sus manejadores y promotores, a quienes alguna vez consideraron amigos.
Detrás del escenario la relación entre artistas y sus equipos no siempre es armoniosa y muchas veces estos conflictos sobrepasan la conversación y llegan a los tribunales, aunque muchas de estas batallas, en su mayoría por tema financiero, encuentran soluciones favorables, otras no llegan a resolverse.
Este 2024 encontró al salsero, Yiyo Sarante y a la cantante de música típica, Nelly Swing con demandas en su contra por supuestos incumplimientos de contrato y así ha sucedido con otros artistas criollos en los últimos años.
La intérprete de “Como el perro bebe agua” fue demanda por 20 millones de pesos por su exrepresentante artístico Pascual Caba, por supuesto incumplimiento de contrato.
De acuerdo a la información obtenida por Listín Diario, el empresario artístico es ejecutivo de la empresa Management Artist Agement, Area809Group INC., casa disquera que firmó a la cantante en el mes de enero de 2020, y luego ella quiso seguir con su carrera fuera del contrato.
El exmanejador de la cantante de música típica había invertido en ella, en cuidado de imagen de la artista, posicionamiento y promoción, así como compra de equipos musicales, entre otros gastos.
Recientemente, Yiyo Sarante también fue demandado por supuesto incumplimiento de contrato por el empresario artístico, Juan Francisco Peralta “Pepe Meseta”.
“Pepe Meseta” alega que había contratado a al salsero para que cantara tres bailes en el año 2022, uno en el municipio de Monción, otro en Mao, provincia Valverde, y el último en San José de Las Matas. A este último no asistió.
El empresario artístico afirmó que Yiyo no quiso cantar el último baile, ya que supuestamente no había público suficiente para que él subiera a tarima, motivo por el cual fue citado en tres ocasiones a la fiscalía de Santiago y el salsero nunca asistió y se emitió una orden de arresto, la cual se levantó posteriormente.
El juez encargado del caso fijó para el 14 de febrero a las 11:00 de la mañana la audiencia de conciliación entre ambas partes.
Omega, El Fuerte tiene en su historia un rosario de demandas por incumplimiento de contratos, inclusive ha tenido que guardar prisión. Le llegaron a incautar un vehículo y tuvo que pagar cuantiosas sumas de dinero.
Asimismo, el exponente de música urbana, Nene la Amenazzy ha sido acusado varias veces de por incumplimiento de trabajo y por no pagar trabajos realizados.
En 2016, el urbano fue demandado por Luis Productions, quien alegó que José Daniel Betances, nombre de pila del artista, no le pagó dinero por el trabajo que hizo de llevar los temas a las emisoras.
En la isla San Martín, el Nene recibió una demanda por cinco mil dólares, supuestamente por no realizar una presentación artística en “Son Latinos Night Club”.
Igualmente, Don Miguelo ha sido demandado varias veces. En 2016, a “El Mejor del Bloque” le fue impuesta una garantía económica y presentación periódica durante seis meses por la demanda en su contra por violación de propiedad interpuesta por un empresario local.
Anteriormente, el cantante francomacorisano recibió una demanda de la compañía EM Music y Ubaldo Alvarado Hiciano por reparación de daños y perjuicios. EM Music alegaba que Don Miguelo firmó contrato con la disquera MR 305, propiedad de Pitbull, en supuesta violación al que sostenía con esa compañía.
Otro urbano que fue demandado y perdió fue Bulin 47. El exponente de “Siete pollos” perdió una demanda por violación de contrato de representación. El empresario artístico, Máximo Andújar demandó al urbano por medio millón de dólares.
Tueska y Evelio Herrera no solo fueron socios en los negocios, sino que también tuvieron una relación amorosa que llegó hasta el altar, sin embargo, esto no impidió que terminaran en los tribunales.
La artista colombiana demandó en 2018, a las empresas Productions y EPPublishing, propiedad de Herrera, y quien fue su manejador artístico desde el año 2013 por supuesto incumplimiento de contrato.
Tueska había firmado un contrato de exclusividad con las empresas de Herrera el 3 de febrero del 2013 donde este se comprometía al lanzamiento comercial de su carrera artística y no ha cumplido a cabalidad con el convenio, según alegaba la demanda.
Hace más de 11 años, Prince Royce fue demandado por el sello discográfico Top Stop Music por incumplimiento de contrato, enriquecimiento injusto y evasión del contrato editorial.
El bachatero de origen dominicano reaccionó demandando a Top Stop Music y también a su fundador, Sergio George, al que acusaba de difamación y reclamaba cinco millones de dólares por daños y perjuicios. Sin embargo, luego retiró la demanda.
El maestro, Juan Luis Guerra, también se vio en los tribunales tras ser demandado en Puerto Rico por su exmanejadora, Maritza Casiano, quien lo acusó de incumplimiento de contrato. El cantautor dominicano negó que tuviera contrato con la empresaria puertorriqueña, quien le reclamaba 9 millones de dólares. Al final quedó desestimada.
Anthony Santos también fue demandado, pero “El Mayimbe” ganó dicha demanda en su contra.
David Kada vivió momentos amargos, demandas millonarias y hasta el impedimento del uso de su propio nombre fueron parte de los obstáculos que enfrentó el artista.
