La ‘ciudad que nunca duerme’, pero que una pandemia la obligó a dormir por varios meses, ahora está afinando detalles para que las actividades de vida nocturna sean más seguras, tanto para los que aman la diversión, como para los vecinos de sitios de entretenimiento como bares, discotecas y cabarets, que funcionan hasta la madrugada. En algunos casos, las 24 horas.
La nueva estrategia denominada “Coordinación unida con establecimientos” (CURE) lanzada por el gobierno municipal a fines de diciembre pasado, requiere que los diferentes vecindarios establezcan comunicación directa y en persona con los dueños y gerentes de negocios, con el soporte de la Oficina de Vida Nocturna de NYC (ONL).
La idea es que se pueda informar de forma más efectiva, sobre posibles violaciones y condiciones preocupantes, dando oportunidades para que los dueños de negocios corrijan los problemas, antes de que se tomen medidas como allanamientos o cierres repentinos.
CURE como modelo de comunicación vecinal, reemplaza la respuesta del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) creada por la administración del exalcalde Rudolph Giuliani, que obligaba a redadas, cierres y amonestaciones, sin previo aviso, en establecimientos de vida nocturna en respuesta a las quejas de los vecindarios.
La mayoría de las quejas están asociadas con ruidos molestos, música a alto volumen, personas escandalosas alrededor de los establecimientos, consumo de sustancias prohibidas en frente de edificios residenciales, aumento de desperdicios, peleas, … y todo una cadena de eventualidades que podrían rodear los espacios de los sitios de movida nocturna.
“Una próspera industria de la vida nocturna mantiene las luces encendidas, con más ojos puestos en la calle. Lo más importante es que, sin preocuparse por la aplicación de la ley, por parte de múltiples agencias, sin previo aviso, los lugares de vida nocturna podrán concentrarse en lo que mejor saben hacer: administrar sus negocios y crear más empleos”, razonó Jeffrey García, director ejecutivo de la ONL.
Estas medidas consolidan la posición de Nueva York como líder mundial en un movimiento de más de 40 ciudades del mundo, que trabajan para gestionar de manera proactiva la vida nocturna. Esfuerzos similares en ciudades como Ámsterdam, Londres, París y Berlín han producido beneficios como reducciones en la delincuencia y las quejas por ruido, además de economías nocturnas más sanas y productivas.
300,000 puestos de trabajo
Este enfoque de la Administración de Eric Adams se basa en un plan para la recuperación económica de la Ciudad de Nueva York, que se une a otras iniciativas como “Small Business Forward”, que ahorran a las pequeñas empresas tiempo y dinero, manteniendo al mismo tiempo los estándares de seguridad y salud pública.
La vida nocturna de la ciudad de Nueva York, capital mundial del entretenimiento, genera 300,000 puestos de trabajo y tiene un impacto económico de más de $35 mil millones.
La cuentas oficiales apuntan a que el proceso de aplicación de CURE del alcalde Adams, respaldará este motor de crecimiento económico, al garantizar que las personas se sientan más seguras en más de 25,000 establecimientos de vida nocturna.
“Estamos cambiando la forma en que nos relacionamos con los establecimientos de vida nocturna, al abrir líneas directas de comunicación con las empresas locales y brindarles la oportunidad de corregir los problemas antes de que se aplique la ley. Esta es otra apuesta a la seguridad pública, garantizar una mejor calidad de vida y mantener las puertas comerciales abiertas, para que todos las disfruten”, explicó el alcalde.
“Denuncias exageradas”
En medio del anuncio, Ismael García, propietario de Made in México en el Alto Manhattan, relató que durante 10 años ha experimentado personalmente la interrupción de la comunicación entre las empresas, la comunidad y las fuerzas policiales, particularmente después incidentes en el vecindario.
“Hoy es un buen día para las pequeñas empresas propiedad de minorías, estamos sentando las bases y estableciendo la infraestructura, para cambiar el proceso fracturado existente y crear una base para que todos trabajemos juntos hacia un objetivo común: hacer de la ciudad de Nueva York la ciudad más segura y más vibrante del mundo”, valoró García.
Organizaciones como Black Institute en Cabaret 2.0, desde 2019, vienen criticando con datos precisos, cómo la aplicación desproporcionada de las tácticas de cierres sorpresivos, por denuncias que no necesariamente estaban asociadas con violaciones dentro de los locales, han causado muchas pérdidas a los pequeños negocios.
La portavoz de la Asociación de Restaurantes Caribeños Americanos (CARA), Annarrisa Nathoo, que lidera a 200 propietarios de las minorías de color, destacó que estos son “pasos monumentales” que se están tomando para esta industria y una victoria significativa para los propietarios de pequeños negocios en la Gran Manzana.
En detalle: ¿Qué cambia?
- CURE garantiza que los únicos lugares sujetos a sanciones significativas sean aquellos que hayan demostrado un desprecio claro e intencional por las preocupaciones de la comunidad, al no prestar atención a llamados del NYPD y el personal encargado de hacer cumplir la ley en Oficina de Vida Nocturna (ONL).
- La nueva iniciativa requiere que se tomen una serie de pasos, en cada condado, en coordinación con la ONL, antes de que la Oficina de Servicios de Patrulla del NYPD, pueda aprobar las inspecciones, incluidas visitas en persona durante el día, documentación escrita de incidentes preocupantes y visitas en persona.
- En los casos que involucran quejas de residentes locales, el programa de mediación gratuita de ONL participará para ayudar a mejorar las relaciones vecinales, mediante el apoyo de una mediación neutral de terceros.
- Este programa se administra en colaboración con la Oficina de Audiencias y Juicios Administrativos de la ciudad de Nueva York.
El dato:
- 300,000 puestos de trabajo y un impacto económico de más de $35 mil millones genera la movida nocturna en la Gran Manzana.