Chris Paul sufrió este viernes una fractura en la mano izquierda, un nuevo golpe para unos Golden State Warriors que no dejan de acumular problemas e infortunios en una temporada de agitación constante para el equipo liderado por Stephen Curry.
Paul, que llegó este verano a la franquicia de San Francisco, pasará por el quirófano la próxima semana.
De 38 años, el veterano base se lesionó cuando luchaba con Jaden Ivey por un balón suelto en el tercer cuarto del partido que acabó con triunfo de los Warriors frente a los Detroit Pistons por 113-109.
«Es duro. Lo siento mucho por Chris», dijo Steve Kerr, entrenador de los Warriors, tras el encuentro.
«Le vi sujetándose la mano y de manera instantánea estaba preocupado (…). Me siento terrible por Chris y, obviamente, sus compañeros darán un paso adelante y estarán preparados para jugar y mantener el fuerte sin él», añadió.
Golden State venía de una derrota durísima el jueves, cuando los Denver Nuggets remontaron por 127-130 un encuentro que perdían de 18 puntos a falta de 7 minutos y que culminaron con un triple milagroso, sobre la bocina y desde casi el centro de la cancha de Nikola Jokic.
Esta noche sufrieron ante los Pistons, que esta temporada perdieron 28 partidos seguidos (peor racha de la historia de la NBA), pero finalmente los Warriors se anotaron la victoria con 26 puntos y 6 rebotes de Curry.
Cade Cunningham, con 30 puntos, fue el más destacado de Detroit.
La polémica con Kuminga
Al margen de la lesión de Paul, la actualidad en torno a los Warriors este viernes giró en torno a Jonathan Kuminga por una noticia publicada en The Athletic, citando fuentes del entorno del jugador, sobre su falta de confianza en Kerr y su sensación de que los Warriors no están aprovechando su potencial.
Kerr abordó esta polémica en la rueda de prensa previa al partido contra los Pistons y señaló que había hablado hoy con Kuminga sobre el tema.
«Obviamente, estas cosas se tratan mejor entre bastidores. Siempre que algo así se trata en público crea una distracción (…). Yo estoy aquí. Soy probablemente el entrenador más accesible de la liga, mi puerta siempre está abierta. Tengo jugadores que vienen a hablar conmigo todo el tiempo y yo les animo a ello», argumentó.
«Es una situación difícil porque cada jugador naturalmente tiene sus propias metas, sus propios sueños. Todo el mundo quiere crecer, quiere desarrollarse. Tenemos muchos jugadores que son capaces de jugar y tengo que tomar decisiones muy difíciles cada noche. JK es un jugador joven que está creciendo, que está mejorando, y por eso ha estado en el quinteto titular. Continúa creciendo, todo esto es parte de su crecimiento», sostuvo.
Los Warriors, con un balance de 17-18 que les sitúa décimos en el Oeste en el último puesto del ‘play-in’, también han tenido que afrontar este curso la enorme controversia en torno a Draymond Green, quien se encuentra suspendido de forma indefinida, y también el debate sobre el rendimiento y el papel de Klay Thompson en una franquicia que afronta los últimos compases de un proyecto legendario que conquistó cuatro anillos de la NBA.