“Ay, yo no olvido al año viejo, porque me ha dejao’ cosas muy buenas. Me dejó una chiva, una burra negra, una yegua blanca y una buena suegra (…) ay, me dejó, me dejó, me dejó. Me dejó cosa’ buenas, cosa’ muy bonitas”, son algunas de las líneas del famoso tema “El año viejo”, compuesto por Crescencio Salcedo, que popularizaron estrellas como Tony Camargo y Celia Cruz, y que los latinos suelen cantar cada vez que se despide un año y se le da la bienvenida a 365 nuevos días, con puro optimismo. Pero no todo es color de rosa.
Hispanos como Felipe Romero, quien despidió el 2023 sin un trabajo estable y mal remunerado, y además, con la tristeza de tener sus “corotos” y “motetes” en un depósito en Long Island City, porque se colgó con el pago de la renta, y fue desalojado hace dos meses, pero tratan de mantenerse positivos. La convicción de que “el nuevo año será mejor”, da un sorbo de esperanza al colombiano de 37 años, aunque al mismo tiempo afirma que tiene claro que, desde la puerta que dice “bienvenidos al 2024”, se ve que, “si no hay mejoras para los neoyorquinos de bajos y medianos ingresos, y no nos echan la mano, frenando los costos, y apoyando a los inmigrantes, las cosas van a estar color de hormiga. Y más de uno va a terminar en la calle”.
El temor del padre de familia, quien recibió el año nuevo, junto a su esposa y sus dos niños, pero sin un techo propio, y un camino lleno de incertidumbre, parece ser reflejo de la ruta que comunidades vulnerables como la hispana, que representan más del 29% del total de los neoyorquinos en la Gran Manzana, deberán enfrentar este 2024, con una cóctel de crisis, retos y luchas legislativas.
Así lo advierten organizaciones comunitarias como Make the Road NY, tras asegurar que la falta de vivienda, y “asequibilidad fuera de control” en la ciudad, sumadas a la renta, el costo de los alimentos y las necesidades básicas que han aumentado dramáticamente en los últimos años, los bajos salarios y “la falta de apoyo del gobierno estatal y local”, siguen dejando a millones de neoyorquinos “injustamente excluidos” de las protecciones para inquilinos y de programas clave de redes de seguridad, como el seguro médico y el desempleo.
Familias desalojadas de sus hogares y vecindarios, la urgencia de viviendas seguras y asequibles, la inversión en programas de educación de calidad que permita tener aulas con menos estudiantes, al igual que fondos para servicios de ayuda legal para nuevos migrantes e inmigrantes de tiempo atrás, apoyo a acceso a la salud, empleos bien remunerados y trato digno, serán algunas de las banderas de lucha que regirán el panorama para los próximos 12 meses, según insisten organizaciones y activistas.
Y en ese orden de ideas, el clamor va en primer lugar para Albany, donde actualmente hay varios proyectos de ley que, de acuerdo a defensores de comunidades desatendidas, necesitan ver la luz para que neoyorquinos de bajos y medianos recursos puedan sentir garantías. La gran queja contra la Gobernadora, Kathy Hochul es que, según advierten, a pesar de haber sido elegida con una agenda progresista y apoyada por buena parte de la comunidad latina, mayormente ha atendido “los caprichos de magnates inmobiliarios” que han convertido a las comunidades en “patios de recreo para los ricos”.
Theo Oshiro, codirector ejecutivo de Make the Road New York, hizo un llamado para que la Gobernadora y los líderes legislativos tomen acción a desde el arranque del 2024, y le cumplan a las comunidades con las necesidades de los inquilinos y las familias trabajadoras, sin importar su código postal. La gran prioridad es que se logren viviendas verdaderamente asequibles y aumentar los impuestos a los neoyorquinos más ricos.
“Todos los neoyorquinos merecen tener acceso a vivienda, atención médica, educación y recursos para poder vivir y prosperar en nuestra ciudad y estado. Mientras la gobernadora Hochul continúa dando prioridad a las empresas de bienes raíces y a los donantes adinerados que utilizan las casas de la clase trabajadora como cajeros automáticos y tratan de exprimir la mayor cantidad de dinero posible de las familias trabajadoras, lanzamos nuestra plataforma de políticas ‘Libertad para quedarse, libertad para prosperar’, centrada en soluciones políticas básicas”, asegura Oshiro, destacando de paso la urgencia para que se amplíe el acceso a la atención médica de los inmigrantes a través de la legislación Cobertura para Todos y aumentar el acceso al seguro de desempleo para trabajadores indocumentados, a través del Programa Puente de Desempleo.
Y tras estimarse que aproximadamente 5 millones de inquilinos en hogares pequeños de Nueva York no tienen protección contra desalojos injustos, en momentos en que las compañías inmobiliarias siguen creciendo, y con un año nuevo con la advertencia de que con plena seguridad habrá aumentos en los precios de renta controlada, que se tendrán que definir en junio, líderes instan a Albany a dar vía libre al proyecto ‘Buena Causa’, que protegería a los inquilinos de aumentos exagerados en los arriendo y avisos de desalojo injustos.
El impulso a un programa de vivienda que asignaría $200 millones para Vales de auxilio de rentas, 50% para familias que están en riesgo de quedarse sin techo y 50% para desamparados, garantizando que solo usen un máximo del 30% de sus ingresos mensuales para sus alquileres, independientemente de estatus migratorio, al igual que la inversión en educación, empleo, vivienda, accesibilidad y atención médica, y frenar recortes, con la propuesta ‘invertir en nuestro Nueva York’, son paquetes de leyes estatales que recaudarían decenas de miles de millones de dólares poniendo fin a exenciones de impuestos para los neoyorquinos millonarios.
El bálsamo para los neoyorquinos de la Gran Manzana que ganan el salario mínimo, es que a partir de enero verán un aumento de $1 dólar, pasando de $15 a $16, aunque la gran pelea seguirá siendo la búsqueda de que Albany apruebe que los trabajadores que ganan propinas reciban el mínimo pleno también, y no solo los $10 dólares que ordena la ley actual. Otro frente de lucha estatal para que los residentes de los cinco condados tengan vidas mejores, de acuerdo a activistas, serán la aprobación de la ley ‘Soluciones, no suspensiones’, que evitará retiros de estudiantes con malos comportamientos de las escuelas.
La despenalización del trabajo sexual para evitar el hostigamiento de la policía, que afecta mayormente a mujeres indocumentadas, negras y latinas, transgénero y cisgénero, y el apoyo a más de 3.9 millones de neoyorquines adultos con dominio limitado del inglés o sin diploma de escuela secundaria, con el respaldo a la ley de financiamiento de $9.3 millones de dólares para mantener el nivel actual de programas y sumar un monto igual para incrementarlos, son otros de los grandes clamores en el panorama 2024.
Instan a aprobar el plan de seguro de desempleo para trabajadores indocumentados. Edwin Martinez
Y a nivel local, los señalamientos también tocal al alcalde, Eric Adams, quien en el 2024 sentirá la presión de los grupos comunitarios, como advierten líderes de la comunidad inmigrante, tomando la vocería de quienes se oponen a los recortes anunciados en agencias municipales, responsabilizando a la crisis de recién llegados, que le ha costado a la Ciudad más de $2,100 millones en un año, y pronto pudiera subir a $5,000 millones.
“Hacemos un llamado al alcalde Adams para que detenga sus recortes miopes y deje de obstaculizar el camino para garantizar que todos los neoyorquinos, incluidos nuestros neoyorquinos recién llegados, tengan acceso a servicios vitales de la ciudad de los que millones dependen cada día”, agregó el director de Make the Road NY.
Murad Awawdeh, director ejecutivo de la Coalición de Inmigración de Nueva York (NYIC) también ve un panorama intenso de lucha en el 2024, debido a que los neoyorquinos de a pie cada vez más padecen las afugias de la falta de atención real a sus necesidades básicas, lo que dificulta poder mantenerse en pie, en la llamada ciudad de los sueños. Sin embargo, el defensor ve el camino con luces de esperanza.
“A medida que nos acercamos al Año Nuevo, tenemos la esperanza de que el gobierno de la ciudad de Nueva York vuelva a priorizar el bienestar de los solicitantes de asilo (que ya superan los 157,000 en un año) y los inmigrantes neoyorquinos, y regrese a nuestras raíces como una ciudad históricamente acogedora”, aseguró el defensor, quien se despachó sobre otras necesidades, sin dejar por fuera a quienes no tienen papeles.
“Nueva York necesita ampliar el acceso a los vales de vivienda CityFHEPS a los neoyorquinos independientemente de su estatus migratorio, para permitir que las personas emprendan el camino hacia la autosuficiencia. La administración Adams debe abandonar sus arbitrarias reglas de refugio de 30 y 60 días y reafirmar su compromiso con el derecho a la vivienda”, acotó Awawdeh, insistiendo en que la Ciudad y el Estado inviertan en servicios legales para que los neoyorquinos más nuevos puedan solicitar asilo, TPS y autorización de trabajo.
El alcalde Adams sigue con su plan de recortes por la crisis de nuevos migrantes. Edwin Martinez
“A nivel estatal, necesitamos aprobar la Ley de Acceso a la Representación, el Crédito Fiscal para Familias Trabajadoras, Nueva York para Todos, Acceso Lingüístico y Cobertura para Todos. A nivel federal, la administración Biden debe aprobar un presupuesto suplementario que no elimine el asilo e incluya financiación local para ciudades como Nueva York, que están dando la bienvenida a los recién llegados”, manifestó el líder neoyorquino. “Deben dejar de utilizar a los recién llegados como moneda de cambio, a cambio de ayuda exterior de los republicanos del MAGA, que quieren poner fin a nuestro proceso legislativo, porque es inhumano, cruel y probablemente resulte contraproducente. Cuando apoyamos a los inmigrantes neoyorquinos, estamos invirtiendo en un futuro más sólido para todo Nueva York”.
Y haciéndoles frente a las críticas, pero mostrando que sin la ayuda federal y estatal, el 2024 luce complicado, la Administración Adams sigue en pie en su plan de recortes, pero defiende logros que se han cumplido y que, según advierten, hacen que hoy la Gran Manzana esté mucho mejor, fotografía que no coincide mucho con el sentir de buena parte de los neoyorquinos. La seguridad pública, el espacio público y los trabajadores, son las grandes prioridades.
Dentro de la larga lista de logros, que seguirá siendo el norte para el 2024, la Ciudad menciona que la delincuencia general ha disminuido en cinco de las siete categorías de delitos principales, incluyendo una disminución del 12% en los homicidios y una disminución del 26% en los incidentes con tiroteos, al igual que el cierre de más de 50 tiendas de tabaco ilegales, y el decomiso de más de 23 millones de dólares en productos ilegales, y el retiro de casi 6,000 armas de las calles.
“Cuando asumimos el cargo hace 24 meses, la ciudad de Nueva York estaba en crisis: una pandemia única en una generación, un aumento de la delincuencia y una fuerte recesión habían paralizado a nuestra ciudad. Pero dos años después, gracias al impresionante trabajo de cientos de miles de servidores públicos de nuestra administración, los empleos aumentaron, el crimen disminuyó y estamos cumpliendo con los neoyorquinos de clase trabajadora todos los días”, asegura Adams.
“Al poner la seguridad pública, los espacios públicos y los trabajadores en el centro de nuestra administración, pudimos lograr resultados para la ciudad de Nueva York en 2023. Y en 2024, nuestra administración continuará aprovechando estos triunfos históricos, impulsando ideas audaces, y utilizando todas las herramientas a nuestra disposición para continuar ‘Haciendo las cosas’ para los neoyorquinos”, agrega.
El alcalde Adams destaca la construcción de más viviendas para combatir la crisis de albergue y asequibilidad, poniendo bajo los reflectores 26,682 nuevas viviendas asequibles en el año fiscal 2023, lo que representa un aumento del 22% con respecto al año anterior. Y en materia de salud se honra del programa “HealthyNYC”, un plan que continuará este 2024 y que pretende abordar las principales causas de muerte prematura, incluidas enfermedades crónicas y relacionadas con la alimentación, cánceres detectables, sobredosis, el suicidio, la mortalidad materna, la violencia y el COVID-19 y ampliar la esperanza de vida promedio de todos los neoyorquinos a 83 años para el 2030.
Adams agrega que Nueva York avanzó mucho en recuperación económica, con todos los empleos en el sector privado que perdió durante la pandemia de vuelta, más de un año antes de lo previsto, y la creación de más de 282,000 puestos de trabajo en el sector privado, y casi 40,000 empresas, la mayoría de ellas pequeños negocios. También menciona la limpieza de las calles de la ciudad, la guerra contra las ratas, el empuje a la lectura en las escuelas, declarando la alfabetización como prioridad, apoyo a neoyorquinos desamparados, hacer que el cuidado infantil sea asequible.
Sin embargo, afrontar la crisis de los nuevos migrantes seguirá siendo una “papa caliente” para el 2024, pues contrario a la expectativa de que disminuyera la llegada de solicitantes de asilo, tan solo la semana pasada arribaron 4,000 inmigrantes a Nueva York. En ese sentido, el Alcalde continuará dando la batalla legal en los tribunales para retar la llamada ley de derecho a un albergue para todos y promoviendo límites más estrictos de permanencia en refugios y hoteles, de recién llegados.
Vivienda asequible es prioridad 1 para neoyorquinos de bajos y medianos ingresos. Foto: Edwin Martinez
Adams, quien insiste en responsabilizar a la crisis de los nuevos migrantes y la falta de apoyo federal y estatal como los causantes de que las cosas no estén mejor y no pinten mejor de lo que esperaba, aseguró que entiende que los neoyorquinos estén “molestos”, pero manifestó que aunque el 2024 estará marcado por apretarse el bolsillo en el presupuesto, no pondrá en juego ni la seguridad ni la calidad de vida de los residentes de la Gran Manzana.
“Siempre va a haber crisis, siempre”, comentó el burgomaestre, agregando que que tiene claro que “el liderazgo implica tomar decisiones difíciles” y en los próximos 365 días no se resolverán los problemas con una varita mágica.
“He tenido que tomar decisiones difíciles, pero garantizo que cuando la gente mire hacia atrás a mi Administración, va a reconocer que el Alcalde amaba a la Ciudad y supo navegar en aguas turbulentas”, dijo Adams. “No voy a hacer nada que impacte la seguridad pública en la ciudad… pero necesitamos que todos aparezcan y se manifiesten para crear caminos y asegurar la calidad de vida que merecemos todos. Vamos a mover la Ciudad de un modo más eficiente, pero eso no significa disminuir la calidad de vida”.