Más de $11,000 libras (casi 5 toneladas) de productos de cannabis por un valor de más de $54 millones de dólares han sido incautados en todo el estado Nueva York hasta el mes pasado tras la última ronda de inspecciones a tiendas sin licencia, anunció la gobernación.
La Oficina de Manejo de Cannabis de Nueva York destacó que el estado ganó un caso judicial el 21 de noviembre que facilitará el cierre permanente y con candado de las tiendas de marihuana operadas ilegalmente en el futuro.
A principios de la primavera, la gobernadora Kathy Hochul y la legislatura aprobaron una ley que endurece las penas contra los operadores sin licencia que han surgido en toda la ciudad de Nueva York, número que se eleva hasta 1,500, según el alcalde Eric Adams y el alguacil Anthony Miranda.
Las inspecciones estatales del mes pasado llevaron a la incautación de 812 libras de flores, 701 libras de comestibles y 61 libras de concentrado de cannabis, con un valor estimado de $7,3 millones de dólares. Este año se han inspeccionado 350 lugares, 88 de los cuales se volvieron a visitar desde 2022, lo que elevó el botín a 11,000 libras de marihuana valoradas en $54 millones, detalló New York Post.
“Mientras miramos hacia el próximo capítulo en el mercado de cannabis de Nueva York, continuamos priorizando la seguridad en todo el estado trabajando diligentemente para acabar con los operadores ilegales”, afirmó Chris Alexander, director ejecutivo de la Oficina de Gestión de Cannabis.
“El remedio número uno para el problema de estas tiendas ilícitas es abrir más negocios legales. Los neoyorquinos quieren saber de dónde provienen sus productos y saben que pueden confiar en un cannabis seguro, confiable y cultivado localmente cuando ingresan a uno de nuestros dispensarios legales”, afirmó Alexander.
El ex gobernador Andrew Cuomo y los legisladores estatales no abordaron adecuadamente la aplicación de la ley contra los operadores ilícitos cuando aprobaron la ley que legalizó el uso y la venta de marihuana por parte de adultos en 2021, lo que generó un mercado negro masivo antes de que el legal siquiera despegara.
La ley tipifica como delito la venta de cannabis y productos de cannabis sin licencia. Las multas comienzan en $10,000 dólares por día y pueden aumentar hasta $20,000 por violación continuada. También se pueden imponer multas adicionales y los reguladores pueden solicitar una orden judicial para, en última instancia, cerrar con candado las empresas que infrinjan repetidamente la ley.
El estado de Nueva York cuenta actualmente con 27 dispensarios de cannabis para uso de adultos con licencia, 12 de los cuales están ubicados en NYC. Una orden judicial emitida en agosto bloqueó nuevas licencias y aperturas de tiendas, dejando a la industria de la marihuana en un limbo legal.
Una vez resueltos los problemas legales, se espera que los reguladores estatales aumenten la aprobación y apertura de nuevas tiendas de cannabis con licencia en los próximos meses.
La gobernación y la junta de control de cannabis resolvieron la semana pasada una demanda por discriminación que alegaba que el estado favorecía a los delincuentes condenados por marihuana sobre los veteranos discapacitados en la concesión de licencias para vender marihuana legal.
Tras la legalización de la marihuana recreativa y médica en Nueva York en mayo de 2021 y la apertura de los primeros dispensarios legales para su venta, otro de los problemas que se ha generado es el comercio de cannabis y sus derivados sin licencias.
Además los pediatras han alertado que se han disparado las emergencias en los hospitales de Nueva York relacionadas con menores de edad que han consumido marihuana en sus diversas presentaciones, incluyendo golosinas, según médicos, policías y padres.
Otro reporte destacó que cada vez más mascotas, especialmente perros, se están enfermando después de comer u olfatear accidentalmente productos que contienen marihuana que encuentran en la calle o en sus hogares en Nueva York.
Según la policía de Nueva York, además de proveedores individuales ilegales en enero había más de 1,300 tiendas de marihuana vendiendo el producto sin tener licencia para ello ni pagar impuestos, amenazando la supervivencia de quienes sí han tramitado sus permisos. Desde entonces la cifra ha subido.
Además se generan riesgos de salud y seguridad pública como incendios, homicidios y robos violentos con ataques a empleados, y se facilita el consumo en los menores de edad. Ya sea vapeando, vía comestibles o fumando directamente marihuana, los expertos recuerdan que el consumo excesivo puede dañar el cerebro en desarrollo de una persona joven.
