La tarifa entró en vigor el 5 de enero y su objetivo no sólo es reducir los congestionamientos viales, sino también recaudar miles de millones de dólares
El peaje de 9 dólares impuesto por congestionamiento vial de Nueva York para la mayoría de los conductores que entran en la zona más transitada de Manhattan se mantuvo vigente el domingo, pese a la fecha límite de Pascua establecida por el gobierno del presidente Donald Trump para suspender esta tarifa, la primera en el país.
La Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), la agencia estatal que supervisa los peajes, confirmó el domingo que su sistema de cámaras de tráfico continúa cobrando la tarifa que se aplica a la mayoría de los vehículos que entran en el distrito ubicado más allá de Central Park.
El secretario de Transporte del presidente Trump, Sean Duffy, rescindió la aprobación federal del programa en febrero, calificándolo de «una bofetada a la clase trabajadora estadounidense y a los pequeños empresarios», e inicialmente dio a Nueva York hasta el 21 de marzo para cumplir.
La MTA impugnó la decisión de Duffy ante un tribunal federal, que posteriormente retrasó la fecha límite un mes, hasta el 20 de abril.
El Departamento de Transporte insistió en que no retrasará la fecha límite, incluso al tiempo que se desarrolla el proceso judicial, y afirmó que «no dudaremos en utilizar todos los recursos a nuestra disposición» si el estado no suspende el peaje.
«En caso de duda, la MTA, el estado y la ciudad reafirmaron en un documento judicial que la tarifa por embotellamiento llegó para quedarse y que los argumentos del secretario Duffy para detenerla carecen de fundamento», declaró el domingo John J. McCarthy, jefe de políticas y relaciones externas de la MTA.
Los portavoces del Departamento de Transporte de Estados Unidos no han dado respuesta a a los mensajes en busca de comentarios el domingo.
La tarifa entró en vigor el 5 de enero y su objetivo no sólo es reducir los congestionamientos viales, sino también recaudar miles de millones de dólares para el metro, los trenes de cercanías y los autobuses públicos de Nueva York.
Pero Trump, cuya Torre Trump y otras propiedades homónimas se encuentran dentro de la zona de congestión, prometió eliminar el plan tan pronto como asumió el cargo.
Promocionan beneficios de peajes
Por su parte, la autoridad de tránsito sigue promocionando los beneficios del programa de peajes, afirmando que ahora hay menos vehículos entrando al corazón de Manhattan.
Alrededor de 560,000 vehículos al día entraron en la zona de embotellamiento en marzo, una disminución del 13 % con respecto a los aproximadamente 640,000 que la MTA proyecta que habrían circulado por la zona sin el sistema de peajes, según datos publicados por la agencia a principios de este mes.
La agencia ha declarado previamente que está en camino de alcanzar los 500 millones de dólares en ingresos proyectados inicialmente para este año por el sistema de peajes de congestionamiento.
El peaje varía según el tipo de vehículo y la hora del día, y se suma a los peajes que los conductores ya pagan para cruzar puentes y túneles hacia Manhattan.
Otras grandes ciudades del mundo, como Londres y Estocolmo, tienen sistemas de peajes de embotellamiento similares.
El jueves, un juez federal de Manhattan desestimó una serie de demandas interpuestas por la industria camionera local y otros grupos locales que impugnaban el peaje.
La mayoría de estas demandas argumentaban que la tarifa fue aprobada por funcionarios federales de Transporte sin un escrutinio adecuado y que el tribunal debería ordenar la realización de un estudio de impacto ambiental más exhaustivo.