Por Araceli Aguilar Salgado
“Es evidente que en los últimos años ha habido un proceso de reconocimiento cada vez mayor de la problemática de la violencia por motivos de género, proceso que supuso sacarla del ámbito de lo privado y el honor, para convertirla en un problema público. “
La violencia de género en la esfera pública y política se refiere a las agresiones, discriminación y exclusiones que enfrentan las mujeres y personas de género diverso cuando participan en la vida política, ya sea como votantes, candidatas, líderes o activistas, que atentar contra su integridad, libertad y dignidad. Algunos tipos de la violencia que se ejercen en contra de ellas son física, sexual y/o psicológica.
Esta forma de violencia es una manifestación de las desigualdades de género y refleja los estereotipos y prejuicios arraigados en la sociedad.
En la esfera pública, las mujeres a menudo enfrentan acoso verbal y físico, intimidación, difamación, amenazas y agresiones sexuales. Esto puede ocurrir en contextos como mítines políticos, debates, protestas y cualquier otro espacio donde se ejerza la participación ciudadana.
Estas formas de violencia buscan silenciar y desalentar la participación de las mujeres en la política, limitando así su influencia y capacidad de toma de decisiones.
En el ámbito político, las mujeres también se enfrentan a desafíos específicos.
Pueden ser excluidas de manera sistemática de los procesos de toma de decisiones, recibir menos apoyo financiero y recursos para sus campañas, y ser objeto de ataques basados en estereotipos de género, además, las mujeres y personas de género diverso a menudo enfrentan barreras estructurales y culturales que dificultan su acceso a cargos de poder y liderazgo político.
El Alto Comisionado pide tomar medidas para garantizar la participación segura de las mujeres y las niñas en la esfera pública y en la toma de decisiones. Reforzar los marcos jurídicos, establecer cuotas parlamentarias, reformar el sistema educativo, reducir la brecha digital y brindar protección social para un reparto equitativo de los cuidados y el trabajo doméstico son algunas de esas medidas.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos pidió a los Estados y al Consejo para esas garantías tomar medidas para eliminar la violencia de género en la esfera pública y política. Volker Türk hizo el planteamiento este viernes durante la jornada anual de debate sobre los derechos fundamentales de la mujer.
Volker Türk destacó el papel transformador de las mujeres y las niñas que han estado al frente de las instituciones públicas. “Desde la reivindicación de la salud y los derechos sexuales y reproductivos hasta el fin de la violencia. Desde la lucha contra el cambio climático hasta el acceso a la educación, pasando por la igualdad salarial por un trabajo de igual valor”, declaró.
Sin embargo, el Alto Comisionado recordó que, a pesar de que se han logrado inmensos avances en la participación pública y política de las mujeres, persisten barreras importantes. “Si queremos desmantelar el patriarcado, tenemos que desmantelar estas barreras”, señaló.
Discriminación y estereotipos nocivos
La discriminación y los estereotipos nocivos son dos de los factores más frecuentes en esta realidad
Volker Türk se refirió a la violencia de género como la principal amenaza al trabajo de las mujeres y niñas defensoras de los derechos humanos, periodistas y que ocupan cargos públicos.
Explicó que aquellas que participan en la toma de decisiones son agredidas por los que consideran que su trabajo desafía las nociones tradicionales de familia y género o las normas sociales tradicionales. Ataques sexistas, sexualizados y misóginos que intentan silenciar sus voces y producir daños físicos y psicológicos. “Su propósito es claro: ejercer el control, perpetuar la subordinación y aplastar el activismo político y sus aspiraciones”.
Este tipo de ataques están alimentados por una discriminación estructural generalizada y por estereotipos de género nocivos, profundamente arraigados en nuestras normas y comportamientos sociales.
El Alto Comisionado dijo que estas normas y estereotipos generan unos desequilibrios tales, que las mujeres y las niñas constituyen más de dos tercios de la población analfabeta mundial y soportan tres cuartas partes de la carga mundial de trabajo doméstico y de cuidados.
Violencia física y psicológica
Un estudio de ONU Mujeres realizado recientemente en 39 países reveló que el 81,8% de las mujeres encuestadas en los parlamentos han sufrido violencia psicológica; el 44,4% amenazas de muerte, violaciones, palizas y secuestros; y el 25,5% violencia física.
Y otra investigación reciente de la UNESCO estima que el 73% de las mujeres periodistas han sufrido violencia en línea, incluso a través de noticias falsas o imágenes trucadas, y amenazas y ataques verbales directos.
Así, el Alto Comisionado abogó por un profundo cambio sistémico, en el que se refuercen los marcos jurídicos nacionales para proteger a las mujeres de la violencia, tanto en línea como fuera de ella.
“Es fundamental centrarse en la prevención. Debemos adoptar códigos de conducta con tolerancia cero frente a la violencia de género y establecer mecanismos eficaces de denuncia para quienes la sufren”, declaró Türk.
Otras medidas
La situación de desigualad es inadmisible y ante esto el Alto Comisionado abogó por un profundo cambio sistémico, en el que se refuercen los marcos jurídicos nacionales para proteger a las mujeres de la violencia, tanto en línea como fuera de ella.
Según el Alto Comisionado, otras medidas necesarias son el establecimiento de cuotas en la esfera política, la creación de campañas de sensibilización para promover su participación y el desarrollo de capacidades para aumentar su capacidad electoral.
También será importante avanzar en la creación de incentivos económicos, medidas de protección social y campañas para promover un reparto más equitativo del trabajo doméstico y de cuidados.
La importancia de la educación
Los sistemas educativos requieren también cambios sistémicos. Las mujeres y las niñas no solo deben tener un acceso igualitario a la educación secundaria y terciaria, sino que deben ganar espacio en los sectores tradicionalmente dominados por los hombres, como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.
En este sentido, el Alto Comisionado pidió crear planes de estudio que incluyan a las mujeres como modelos y destaquen sus contribuciones. Otro objetivo es reducir la brecha digital, ya que la disparidad de género en el acceso en línea está aumentando. “A nivel mundial, las mujeres superan ahora a los hombres no usuarios de internet en un 18%, frente al 11% en 2019”, advirtió.
Un mes dedicado a las líderes políticas
Por último, Volker Türk señaló que su Oficina dedicó el mes de junio a destacar la participación de la mujer en la toma de decisiones con motivo del aniversario de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
“Hace 75 años, los líderes mundiales se reunieron para adoptar ese texto visionario y milagroso. Las delegadas presentes en 1948 fueron clave para garantizar la inclusión de los derechos de la mujer. Rindo homenaje a las mujeres que participaron; su visión sigue guiándonos hoy en nuestras ambiciones”.
“Nuestro objetivo debe ser un mundo en el que todas las niñas y todas las mujeres sean libres para ascender, prosperar y dar forma al curso de la historia”, finalizó.
La cultura patriarcal en la que a la mujer se le resta valor, poder y participación con respecto a los hombres disminuirá en la medida en que las mujeres sean empoderadas por su país, su sociedad y por ellas mismas.
De esta manera se puede alcanzar una equidad de género real, que permita a todos vivir libres de violencia. Cambiar gran parte de la base de la cultura, la misma que tiene en el mundo y los demás países latinos, es la gran tarea que tienen las organizaciones gubernamentales, las asociaciones y la sociedad civil, si realmente se quiere alcanzar la equidad de género. Transformar hacia la equidad todo aquello que resta derechos a las mujeres debe ser el objetivo principal de esta lucha para protegerlas.
Implementar programas regionales y nacionales para la difusión de las ideas de igualdad es una de las principales tareas. La humanidad merece mujeres completas, cuidadas y protegidas. Conseguirlo es deber conjunto del gobierno, las asociaciones y la sociedad civil.
Para seguir avanzando para un mundo mejor para ellas las mujeres.
“Reforzar y garantizar la participación y la toma de decisiones de las mujeres. Asimismo, reflexionar sobre lo que aún falta mucho por hacer en materia de paridad y sobre los instrumentos jurídicos y normativos. Derivado de ello es importante garantizar y fortalecer acciones que permitan que la democracia paritaria se implemente en todos los espacios de la vida social y política.”
Araceli Aguilar Salgado Periodista, Abogada, Ingeniera, Escritora, Analista y comentarista mexicana, del Estado de Guerrero.