Cemekar Class no contaba con habilitación del Ministerio de Salud Pública para operar en SDE, adelantó un funcionario de Salud Pública
El Ministerio de Salud Pública cerró este martes la clínica estética Cemekar Class, luego de denuncias por supuesta mala práctica médica.
Las denuncias fueron expuestas ayer en el programa de investigación periodística «El Informe con Alicia Ortega». Tres mujeres con sus rostros protegidos revelaron el periplo que están pasando luego de que decidieron realizarse varias cirugías estéticas en el referido centro.
En el reportaje «De sueño a pesadilla», se reseña el testimonio de «Juana», una mujer que dice que adquirió una bacteria tras someterse a cinco procesos quirúrgicos entre junio y noviembre del año pasado. Las tantas operaciones fueron realizadas para corregir los daños de la bacteria en su cuerpo. Trescientos mil pesos le costó una reducción de peso y una lipoescultura en el abdomen y en los brazos.
«Estoy mal físicamente y moralmente«, dijo la segunda mujer identificada con pseudónimo «María». Su cuerpo está lleno de hoyos y pus. Fue sometida a cuatro operaciones en menos de un mes.
«Petra», la tercera paciente lamentó que para esta fecha se imaginaba «dándolo todo» y con su «autoestima aumentada».Cemekar Class operaba en el 2021 en la urbanización Miramar en el Distrito Nacional y había sido cerrada por Salud Pública porque no contaba con habilitación médica para operar. La administración sometió una solicitud para ofrecer consultas de Cardiología, Nutrición y Gastroenterología, además de la estética. Se le concedió en 2023, pero luego cambió su ubicación, perdiendo el permiso que había adquirido en la dirección anterior, así lo explicó en el reportaje Juan Gerardo Mesa, director de Habilitación de Salud Pública.
Este martes, Salud Pública se presentó en el referido local colocando en la puerta de acceso el afiche «Cerrado por violación a la Ley General de la Salud 42-01″ a la clínica ubicada en Santo Domingo Este.
Las tres mujeres que ofrecieron su testimonio en el programa televisivo sufren el daño físico y emocional en búsqueda de la belleza, seducidas por las «tentadoras ofertas de la clínica» y recomendaciones de amistades.
Dudas sobre la dueña de la clínica
Señalaron a la colombiana Diana Carolina Romero Ávila, dueña de la clínica, como la persona que realizó las operaciones; al cirujano plástico Andino Grullón, un doctor que solo identifican con el nombre de Billy y un asistente de cirugía de Romero Ávila, llamado Oscar Alcántara
Tras ser entrevistado por la destacada periodista, el asistente confesó que realizaba procedimientos quirúrgicos bajo supervisión de Romero Ávila, quien le pasaba el bisturí «porque le tenía confianza». Manifestó que no sabía que su superior no es doctora.
El director de Habilitación de Salud Pública dijo en el programa que los títulos de universidades colombianas colgados en la pared en el centro estético no parecen legítimos. De igual forma, Romero Ávila no tiene exequátur para operar en el país.
A su vez, la Sociedad Dominicana de Cirugía Plástica Reconstructiva y Estética, indicó que Grullón no pertenece a la sociedad especializada. Tampoco sus estudios de cirugía plástica fueron validados por Venezuela, donde citó haber hecho la residencia.
