El derecho y la medicina están interconectados a través de los principios de legalidad, imparcialidad y justicia, que guían los procedimientos médico-legales, para así los conocimientos científicos, terminan sustentándose la credibilidad de los resultados.
La integración interdisciplinaria, revela que la práctica médico-legal exige la colaboración de ambas disciplinas.
La calidad y precisión de las prácticas médico-legales pueden trazar el curso de un juicio e influye en condenas, absoluciones y acuerdos extrajudiciales.
Es fundamental mantener estándares elevados en la formación de jueces, fiscales y abogados para garantizar procesos judiciales justos y basados en evidencia científica.