Por: Javier Fuentes
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Artículo de Opinión.
Hay un estadio en la historia de isla la Española conocida como las devastaciones de Osorio que siendo gobernador ordena prenderle fuego a la parte occidental para evitar que piratas, corsarios, bucaneros: estos eran pacíficos, filibusteros: violentos, esclavistas, bandidos de diversas naturalezas saquearan esa parte geográfica.
Aunque del 1530 en adelante por el comercio y el contrabando la isla Tortuga se convierte en atractivo para la penetración pirata, y en 1560, entonces, comienzan las grandes incursiones con asentamientos que más tarde darán como resultado la proclamación de la República de Haití; con rasgos etnolingüísticos muy distintos a la parte oriental.
Estas despoblaciones y devastaciones ordenadas por Antonio de Osoria (1605) a la luz de la línea de tiempo son calificadas como un error incluyendo los tratados de Ryswick 1697, en el que España cedió esa parte de la Isla a Francia, el tratado de Aranjuez 1777, acuerdo entre Francia y España fijando la frontera de dos colonias en una misma isla con poblaciones disímiles. Y otra vez con el de Basilea 1795, cediendo todo el territorio.
El Santo Domingo Francés
(Haití), se convertiría más adelante en la colonia más rica surgida del robo, la esclavitud, el crimen y la violencia organizada, la piratería y la ilegalidad contra la parte oriental.
Los conflictos de la guerra de los treinta años, que habían dejado sus secuelas y México luchando su independencia llevó a Fernando VII a no establecer una autoridad fuerte y eficaz y se gestó desde 1821 y consolida la anexión de la parte oriental hasta 1844.
A partir de esa anexión (1822) se va creando lo que politólogos, sociólogos e historiadores conocen como el pensamiento político -nacionalista- del pueblo dominicano, para dar orígenes a las guerras de independencia, que serán temas de otros artículos.
Haití siendo derrotado en distintas batallas comienza a reconocer que aún con un ejército más fuertes, mejor entrenado, numeroso y vigoroso tenía que hacer una pausa en sus pretensiones y cambiar la táctica -invasión pacífica-, educar su población sobre el predicamento de ser dueño de la parte oriental, lo que nos indica que aunque se ha cambiado la táctica la estrategia es la misma.
Haití había surgido del caos y la violencia, como vemos, lo cual se ha mantenido constante en su historia.
Y es precisamente de ese caos que hemos partido para reforzar nuestra opinión de que Haití necesita que sobre la base de acuerdos; principalmente de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas: EU, Rusia, China, Inglaterra y Francia; asuman la responsabilidad, juntos con otras naciones, de instalar un gobierno autoritario en Haití; con un programa económico, educativo y político a cuarenta años para poder así lograr durante ese proceso de tutelaje algún nivel de desarrollo.
Antes de entrar en las puntualizaciones del análisis como base para afirmar lo que entiendo y creo que se debería hacer en esa Nación.
Me permito subrayar que la indemnización de los 150 mil ducados en oro que Francia le impuso a la naciente Haití como pago a su reconocimiento e indemnización, gran parte de los primeros se hicieron fruto del saqueo, confiscaciones y robos al Santo Domingo español, República Dominicana hoy.
Ahora me propongo sucintamente hacer una mini-cronología de los diferentes gobiernos haitianos en aras de ir presentando la narrativa que sustenta el título de este artículo.
Y con ello digo que siendo gobernada completa la isla por Boyer en 1843, este fue derrocado y sustituido por Charles Rivière Herand.
Rivière-Hèrard sería derrocado por Philippe Guerrier que fue derrocado por Jean Louis Pierrot en 1845, y éste por Jean Baptiste Richie en 1846.
Faustin Soulouque, quien se había proclamado emperador (Faustin I), fue derrocado en 1859 por Fabre Geffrard.
Sylvain Salnave, presidente de Haití, fue depuesto y ejecutado después de una guerra civil. (1869).
Lysius Salomon, presidente, fue derrocado por una rebelión popular debido a su impopularidad y una grave crisis económica. (1888)
Florvil Hyppolite, quien llegó al poder tras el derrocamiento de Salomón, murió en circunstancias sospechosas, lo que generó una nueva crisis. (1889)
Antoine Simon, presidente, fue derrocado por un golpe militar liderado por Cincinnatus Leconte. (1911)
Cincinnatus Leconte murió en una explosión en el Palacio Nacional, probablemente causada por un atentado o accidente, lo que llevó a la inestabilidad política. ( 1912)
Michel Oreste, quien asumió tras la muerte de Leconte, fue depuesto por un golpe liderado por Davilmar Théodore. (1913)
Vilbrun Guillaume Sam, último presidente antes de la ocupación estadounidense, fue asesinado por una turba en Puerto Príncipe tras ordenar la ejecución masiva de presos políticos. (1915)
Estados Unidos ocupó la parte oriental después del asesinato de Guillaume Sam, y controló su política, limitando las elecciones y designando líderes bajo su supervisión. (1915-1934)
En 1930, bajo presión internacional y local, Estados Unidos permitió elecciones relativamente libres, marcando el inicio del fin de su ocupación.
Fue elegido Sténio Vincent como presidente, quien asumió el cargo con cierto respaldo popular.
Después de la desocupación norteamericana en 1934 hasta 1957 fue un período turbulento de inestabilidad política, crímenes y golpes de Estado.
Es a partir de la llegada en 1957 de François Duvalier, “Papa Doc”, elegido presidente que comienza la estabilidad política que consolidó mediante la represión, el uso de los “Tonton Macoutes” y la creencias mágicos religiosas a los fines de manipular las elecciones.
Entendiendo y conociendo muy bien su raza y al pueblo en 1964, el presidente Duvalier se proclamó vitalicio, e instauró una dictadura que combinó terror estatal y culto a la personalidad.
Cuando “Papá Doc” un brujo y hechicero, que decía hablar con el Diablo; muere, su hijo Jean Duvalier lo sustituyó y duro, “Baby Doc”, 1971–1986.
Jean-Claude Duvalier, hijo, asumió la presidencia tras la muerte de su padre, convirtiéndose en presidente. Y continuó el autoritarismo iniciado por su padre.
Esta cronología muestra cómo los golpes de Estado, asesinatos y rebeliones fueron y han sido constantes en la historia de Haití.
Y es que solo cuando han existido gobernantes autoritarios podemos apreciar ciertas paz y tranquilidad política.
Haré un próximo artículo para concluir con la historicidad cronológica de los acontecimientos turbulentos haitianos y presentar la justificación del por qué procuro una dictadura que tenga un programa de desarrollo a cuarenta años para detener el caos y desarrollar en lo mínimo ese país.
El autor es Politólogo.
Licdo en Teología con Especialidad en Biblia y Consejería.
Maestría en Derecho y Relaciones Internacionales. Maestría en Escritura Creativa. Especialidad en Comunicación Estratégica y Estudios Socioeconómicos