La mayoría de los detenidos han sido enviados a México, aunque también se ha confirmado que algunos fueron trasladados a El Salvador
El gobierno de Estados Unidos ha detenido a más de 113,000 migrantes y deportado a alrededor de 100,000 de ellos como parte de su promesa de llevar a cabo deportaciones masivas, según una fuente del Departamento de Seguridad Nacional citada por el New York Post.
La mayoría de los detenidos han sido enviados a México, aunque también se ha confirmado que algunos fueron trasladados al Centro de Confinamiento del Terrorismo, una cárcel de máxima seguridad en El Salvador.
Durante los primeros 50 días de la presidencia de Trump, las autoridades arrestaron a 32,000 migrantes, y la cifra sigue en aumento con el objetivo de cumplir las promesas de campaña del mandatario de expulsar a los indocumentados, incluidos aquellos presuntamente asociados con pandillas.
A pesar de las órdenes judiciales que exigen la detención de las expulsiones, el gobierno de Donald Trump sigue con su plan.
Ley de Enemigos Extranjeros: los venezolanos son el principal objetivo
Una de las medidas más controvertidas que ha utilizado Trump es la invocación de una antigua ley que le permite expulsar a “enemigos extranjeros” de manera inmediata, reseñó la agencia de noticias EFE. Esta medida se aplica principalmente contra venezolanos acusados de ser miembros del Tren de Aragua, pero no se han presentado pruebas claras que lo confirmen.
La Unión de Libertades Civiles impugnó esta acción en un tribunal, que ordenó la detención de las expulsiones bajo esta ley. Sin embargo, el pasado domingo, el Departamento de Estado confirmó la expulsión de otros 17 inmigrantes por supuestos vínculos con el Tren de Aragua.
En cuanto al cruce por la frontera sur, las cifras muestran una disminución significativa en los últimos meses. En septiembre de 2024, se registraron 53,858 cruces, mientras que en marzo de 2025 la cifra descendió a 7,000.
La fuente mencionada en el New York Post indicó que las entradas sin documentos ya no son vistas como una vía para obtener estatus en Estados Unidos y que los migrantes temen las consecuencias del cruce irregular, ya que todos los detenidos ahora enfrentan acusaciones y condenas.
