Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, subrayó que Donald Trump cree que el trato que reciben los estadounidenses por parte de Panamá es injusto
La Casa Blanca reafirmó este viernes su postura de que resulta “inaceptable” que el canal de Panamá esté “controlado” por compañías chinas, a pesar de la falta de evidencia que respalde tal afirmación y del rotundo rechazo del gobierno panameño.
Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, declaró en una rueda de prensa: “Ustedes han visto los comentarios que ha hecho el presidente Trump sobre el canal de Panamá. Él cree que es inaceptable que, en esencia, el canal esté dirigido por el Partido Comunista Chino”.
Leavitt añadió: “Si observan ambos extremos del canal, verán que grandes empresas vinculadas al Partido Comunista Chino lo gestionan. Eso es injusto para el pueblo estadounidense, muchos de cuyos ciudadanos perdieron la vida hace años construyendo esta vía”.
Estas declaraciones coinciden con la visita del nuevo secretario de Estado estadounidense Marco Rubio a Centroamérica y República Dominicana, reseña EFE. Esta gira internacional se centra en el plan de Washington para deportar migrantes y en la creciente disputa sobre el control del canal de Panamá.
En varias ocasiones, Donald Trump ha amenazado con “tomar” el canal de Panamá y ha criticado la decisión del fallecido expresidente Jimmy Carter de negociar los tratados que permitieron la transferencia del canal a Panamá, un proceso que se completó en 1999.
A principios de mes, en una rueda de prensa previa a su toma de posesión como presidente, llegó incluso a no descartar el uso de la fuerza militar para recuperar el control del canal.
Conglomerado chino gestiona dos puertos clave
Una filial de CK Hutchison Holdings, un conglomerado con sede en Hong Kong y uno de los principales operadores portuarios del mundo, gestiona desde 1997 dos puertos clave: Balboa, en la costa del Pacífico, y Cristóbal, en la costa del Atlántico.
Según explica el Consejo de Relaciones Exteriores, algunos expertos consideran que eso genera cierta incertidumbre sobre una posible influencia china en estos puertos, especialmente después de que las leyes de seguridad nacional de Pekín se extendieran a Hong Kong.
El creciente peso económico de China en Latinoamérica ha sido motivo de preocupación durante años en Washington, que teme que la región, rica en recursos naturales y parte de su esfera de influencia, se incline hacia Pekín.