El gobierno del presidente de Argentina, Javier Milei, ha reconocido a Edmundo González como el presidente electo de Venezuela tras las elecciones del 28J
El presidente de Argentina, Javier Milei, se reunirá este sábado en la Casa Rosada con Edmundo González Urrutia, líder opositor venezolano, en lo que marcará el inicio de una gira internacional del líder político venezolano.
Este encuentro ocurre en un contexto de creciente tensión entre Argentina y el Gobierno de Nicolás Maduro, que recientemente intensificó sus acciones contra González Urrutia.
La reunión, confirmada por fuentes oficiales argentinas y la Oficina de Comunicación de González Urrutia, será un evento de alto perfil.
“Invitamos a toda la comunidad venezolana residente en Argentina a acompañar al Presidente González Urrutia en las puertas de la Casa Rosada”, señala el comunicado emitido por su equipo, que además enfatiza la relevancia de este encuentro en su agenda internacional.
Argentina, bajo la administración de Milei, ha sido uno de los principales gobiernos en reconocer a González Urrutia como ganador de las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio, un resultado cuestionado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, que declaró vencedor a Nicolás Maduro.
El Ejecutivo argentino también condenó públicamente los cargos legales formulados contra González Urrutia, quien permanece exiliado en España desde septiembre.
El régimen ataca a González
Mientras tanto, la administración de Maduro ha intensificado su presión contra González Urrutia, ofreciendo una recompensa de $100,000 dólares por información sobre su paradero y acusándolo de delitos como “legitimación de capitales” y “usurpación de funciones”.
A pesar de esto, González Urrutia ha declarado que regresará a Venezuela el 10 de enero para asumir la Presidencia.
La relación entre Argentina y Venezuela se ha deteriorado aún más en las últimas semanas, especialmente tras la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo en territorio venezolano.
Según el Gobierno argentino, Gallo fue arrestado arbitrariamente al ingresar por un paso fronterizo con Colombia mientras visitaba a su familia. El régimen chavista lo acusa de conspiración y financiamiento al terrorismo.
Ante este hecho, el Gobierno de Milei denunció a Venezuela ante la Corte Penal Internacional (CPI), calificando el caso de Gallo como una “desaparición forzada” y acusando al régimen de Maduro de cometer crímenes de lesa humanidad.
