República Dominicana arriba a cuatro años sin un embajador de Estados Unidos
El mandato de cuatro años del presidente Joe Biden transcurrió sin la designación de un embajador estadounidense en la República Dominicana, a pesar de que el demócrata nombró a dos personas para el cargo y el último de ellos murió en el Senado sin una respuesta.
En septiembre de 2021, a pocos meses de llegar a la Presidencia, el demócrata nombró a Calvin Smyre como embajador en el país, pero ocho meses después retiró la propuesta y nominó al exrepresentante del estado de Georgia para liderar la embajada estadounidense en Bahamas. Esta nominación tampoco logró sobrevivir más allá de la postulación del mandatario.
Dos años después, finalizando el 2023, surgió un nuevo nombre para ocupar el puesto de embajador en el país, que se acercaba a cumplir tres años vacante.
Con el puertorriqueño Juan Carlos Iturregui se retomaron la esperanza de que la Administración Biden-Harris tuviera un embajador para liderar su diplomacia en el país, a pesar de que la propuesta llegaba muy cerca del año electoral en Estados Unidos.
En junio, la nominación recibía una actualización, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, a cargo del demócrata Ben Cardin después de que el senador Bob Menéndez fuera acusado de corrupción, conocía la propuesta de Biden y sometía a Iturregui a un interrogatorio en una audiencia de confirmación en la que Haití fue el centro del diálogo: los senadores destacaron el papel de República Dominicana en el tráfico de armas de fuego hacia el vecino país y cuestionaron al nominado sobre cómo haría frente a la crisis haitiana.
A pesar del avance que tuvo Iturregui en su nominación, la audiencia terminó sin que el Senado agendara una nueva audiencia para votar y confirmarlo en el cargo. Situación que se prolongó en los meses siguientes, y ya en la postrimería del año y los resultados desfavorables para los demócratas en las elecciones del 5 de noviembre, una confirmación de un embajador ya no parecía posible.
En dicho momento, los demócratas ostentaban la mayoría en el Senado de los Estados Unidos, encargado de autorizar estos nombramientos.
La Cámara Alta sí confirmó a varios embajadores en países estratégicos como el caso del exsecretario del Tesoro Jack Lew, quien fue nominado por Biden en septiembre para ocupar el cargo de embajador en Israel y fue confirmado en octubre, días después de que Hamás atacara a Israel y marcara el inicio de la brutal ofensiva israelí que se mantiene hasta hoy.
Durante este tiempo sin embajador, la misión diplomática estadounidense ha sido dirigida por varios encargados de negocio, siendo Patricia Aguilera la última de ellos y la que actualmente comanda la legación.
Una nueva propuesta
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el lunes su nominada para embajadora en República Dominicana, la exagente de la CIA de origen mexicano, Leah Francis Campos.
Campos, cuyos abuelos emigraron de México hacia Estados Unidos, nació en Arizona y poco se conoce de ella, por lo que el republicano se encargó de destacar varios aspectos de su vida en su corto comunicado sobre el nombramiento, como su tiempo al servicio de la Agencia Central de Inteligencia, (CIA, por sus siglas en inglés) como oficial de casos.
Además, señaló su experiencia en temas relacionados con las américas al señalar que se desempeñó como asesora principal para el hemisferio occidental en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
Además, dijo que es madre de cuatro hijos y «proviene de una familia de patriotas».
«Su hermana, la destacada Rachel Campos-Duffy, de FoxNews, y su cuñado Sean Duffy, que será secretario de Transporte, también son unos patriotas maravillosos», escribió Trump, que regresará a la Casa Blanca el 20 de enero de 2025, después de que el día 6 se confirme su victoria.
«Leah llevará su amor por el país y su compromiso con nuestra seguridad y prosperidad nacional a su puesto como embajadora de los Estados Unidos en la República Dominicana«, agregó el republicano.
De ser confirmada, Campos, que también se postuló para el Congreso de los Estados Unidos por Arizona en 2012, sería la tercera mujer en ser embajadora estadounidense en el país, sustituyendo a Robin Bernstein, juramentada en el primer mandato de Trump.