Donald Trump prometió poner fin a la ciudadanía por nacimiento desde «el día uno»
El congresista por el distrito 13 de Nueva York, Adriano Espaillat opinó este lunes sobre la promesa del presidente electo Donald Trump de que eliminará la ciudadanía estadounidense por derecho de nacimiento.
Durante una participación en CNN, el senador domínico-estadounidense expresó que la ciudadanía está consagrada en la Constitución, «y la Constitución es un documento elástico que se enmienda, es un proceso muy vigoroso».
Espaillat declaró que se requerirá dos tercios de las Cámaras para ser ratificado. «No creo que tenga los votos, y la Cámara de Representantes será una votación muy ajustada en algún momento de la próxima sesión. Puede ser tan apretado como una persona, un miembro del Congreso», dijo Espaillat.
«Porque enmendar la Constitución no es un fin de semana en Cancún. Es un proceso muy riguroso que requiere la opinión no solo del Congreso, sino del pueblo estadounidense», afirmó.
El congresista confirmó que lucharán contra la promesa de Trump, y que la ciudadanía por nacimiento «es como una columna vertebral de Estados Unidos, es una parte importante en la historia de nuestra nación y debe continuar siéndolo».
El día de ayer, Donald Trump prometió que desde que tome posesión como presidente de los Estados Unidos acabará con el derecho a la ciudadanía por nacimiento, aunque para ello tendría que cambiar una de las enmiendas de la Constitución.
En una entrevista con NBC News emitida este domingo, Trump contestó afirmativamente sobre si tiene planes de acabar el primer día con ese derecho de ciudadanía y, sobre la enmienda 14, que consagra ese derecho aseguró: «La vamos a tener que cambiar. Vamos a tener que volver al pueblo y la tenemos que terminar (la enmienda). Somos el único país que la tiene».
Esta no es la primera vez que Trump promete poner fin a la ciudadanía por nacimiento para su primera jornada como presidente, una vieja promesa que lo ha acompañado desde su primera campaña hacia la Casa Blanca en 2016 y que ya ha sido catalogada de inconstitucional por demócratas y muchos expertos en la materia.