El director de la agencia nuclear de la ONU, Rafael Mariano Grossi, advierte de que las nuevas centrifugadoras de Irán podrían darle «un salto enorme».
Irán está preparado para aumentar «de forma bastante drástica» sus niveles de uranio casi apto para armamento, ha advertido el jefe de la agencia nuclear de la ONU. Rafael Mariano Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés), expresó el viernes su preocupación por el plan de Irán de instalar 6.000 nuevas centrifugadoras.
Teherán enriquece actualmente uranio al 60%, un poco por debajo de los niveles aptos para armamento del 90%. «Creo que es muy preocupante», declaró Grossi. «Si realmente los hacen girar -a todos- va a ser un salto enorme», advirtió.
Sus comentarios se produjeron horas después de que Irán lanzara con éxito un cohete Simorgh con la mayor carga útil de su historia. Aunque Irán insiste en que su programa espacial es pacífico, sus críticos creen que este tipo de pruebas potencian su programa de misiles balísticos.
La semana pasada, Richard Moore, jefe del MI6, el servicio de inteligencia exterior británico, afirmó que Irán seguía siendo una amenaza para otros países, a pesar de los golpes que han sufrido sus aliados en Siria, Líbano y Gaza en los últimos meses. «Las milicias aliadas de Irán en todo Oriente Medio han sufrido duros golpes, pero las ambiciones nucleares del régimen siguen amenazándonos a todos», ha afirmado Moore.
Dentro de poco más de un mes, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, tomará posesión de su cargo. Ya ha prometido renovar su estrategia de «máxima presión» sobre Irán en un intento de paralizarlo financieramente. Durante la primera presidencia de Trump, Estados Unidos se retiró del acuerdo nuclear con Irán, que había sido una de las principales victorias de su predecesor Barack Obama en política exterior.