El adulterio ya no es delito en el estado de NY; dominicanos Alto Manhattan guardan silencio

El adulterio ya no es delito en el estado de NY; dominicanos Alto Manhattan guardan silencio

Por Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- Tras 117 años de la Ley castigar en este estado de NY el “adulterio”, la gobernadora Kathy Hochul firmó el pasado viernes un proyecto que deroga dicha ley estatal que lo penalizaba, un delito menor de clase B punible con hasta 90 días de cárcel, pero ya no es problema “fornicar” en NY.
El adulterio es sexo extramarital que se considera objetable por motivos sociales, religiosos, morales o legales. Se refiere pues a la unión sexual de dos personas cuando uno o ambos están casados con otra persona, cometiendo de esta manera una infidelidad.
Dominicanos en el Alto Manhattan, al ser preguntado sobre la derogación de dicha ley, rehusaron opinar, ni bien ni mal, solicitando no ser fotografiados.
“Estos asuntos deberían ser claramente manejados por las personas y no por nuestro sistema de justicia penal”. “Eliminemos de una vez por todas esta ley absurda y obsoleta”. precisó Hochul, quien dijo que la ley entra en vigor inmediatamente.
Nueva York era uno de los 17 estados que consideraban el adulterio un delito. Ahora se convierte en al menos el quinto estado que ha derogado una ley de ese tipo desde 2015.
Técnicamente, las autoridades en NY habían aplicado la ley con poca frecuencia, y solo 10 personas en todo el estado enfrentaban el adulterio como su cargo de mayor nivel en un caso determinado desde 1979, según la División de Justicia Penal del estado.
El último caso conocido fue en 2010, cuando la policía local acusó a una mujer casada, de 41 años, tras ser sorprendida manteniendo relaciones sexuales con un hombre en un parque público de la ciudad de Batavia, entre Rochester y Búfalo. El cargo de adulterio fue posteriormente retirado.
Históricamente, muchas culturas han censurado moralmente el adulterio o lo han considerado un delito muy grave, en algunos casos sujeto a severos castigos, usualmente para la mujer y a veces para el hombre, con penas que incluían la pena capital, mutilación o la tortura, pero esto no ha impedido que muchas personas lo practiquen.
En los países en los que el adulterio sigue siendo un delito, los castigos van desde las multas hasta los azotes e incluso la pena capital. Desde el siglo XX, las leyes penales contra el adulterio se han vuelto controversiales, y la mayoría de los países occidentales han despenalizado el adulterio.
En países musulmanes el adulterio puede ser la lapidación. Para 2014, había quince de ellos, 12 en los que la lapidación estaba autorizada como castigo legal, aunque en los últimos tiempos solo se ha llevado a cabo legalmente en Irán y Somalia.

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