Los activistas señalaron que el Tribunal Supremo ya había planteado restringir el uso de la píldora abortiva en EE.UU.
El Centro para los Derechos Reproductivos, una organización estadounidense, advirtió que una de las primeras políticas que Donald Trump podría llevar a cabo cuando asuma como presidente es la eliminación de las píldoras abortivas, que hasta ahora se pueden comprar por correo.
“Esperamos que la segunda administración Trump sea más rápida, mejor organizada y mucho peor que la primera en los temas que nos preocupan”, aseguró Rachana Desai Martin, jefa de gobierno y relaciones exteriores de la organización, en un encuentro virtual con periodistas.
El Centro para los Derechos Reproductivos, explicó su presidenta, Nancy Northup, “es una organización de abogadas y activistas que trabajan para garantizar que los derechos reproductivos sean protegidos por ley como derechos humanos fundamentales para todos los gobiernos de todo el mundo”.
Se podían conseguir con receta de proveedor
La organización apostó por esta medida, como una de las primeras políticas que la nueva administración puede llevar a cabo, porque el Tribunal Supremo ya se planteó restringir el uso de la píldora abortiva en EE.UU., aunque acabó rechazándolo en marzo de este año.
Los cambios normativos llevados a cabo en 2016 y 2021 por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) hicieron que el medicamento estuviera disponible por correo y que fuera recetado por un proveedor de salud que no tiene que ser un médico.
Y tras la audiencia de la corte sobre la mifepristona, una sustancia empleada en las píldoras abortivas, continúa siendo así.
Cada estado aplica sus propias políticas
Durante su primer mandato, Trump (2017-2021) nombró a tres de los seis magistrados que conforman la mayoría conservadora del Tribunal Supremo que tumbó en junio de 2022 la protección al derecho al aborto a nivel federal al anular la sentencia ‘Roe contra Wade’.
Desde entonces cada estado tiene la potestad de aplicar sus propias políticas al respecto y ya hay prohibiciones y restricciones en 21 de los 50 estados del país, todos ellos conservadores.
“Es un salvavidas en la América post Roe”, aseguró Martin.
Aunque en la campaña electoral el republicano ha asegurado que no impondrá una prohibición nacional, sino que dejará a los estados elegir, Trump siempre se ha jactado de ser el artífice de la eliminación de Roe contra Wade.
Piden luchar contra políticas del nuevo Gobierno
Por eso, desde el Centro para los Derechos Reproductivos han instado a todas las organizaciones que trabajen en esta materia a hacerlo unidas para luchar contra las posibles políticas del nuevo Gobierno.
“Si se aprobara una prohibición federal del aborto y el litigio llegara al Tribunal Supremo y este considerara que la ley puede mantenerse, entonces, por desgracia, esa ley prevalecería sobre la protección estatal”, lamentó Elisabeth Smith, directora de política estatal del centro.
“No podemos llegar a ese punto”, añadió.
Desde la organización recordaron que pese a que la mayoría de estadounidenses votó por el candidato republicano, una gran parte de las enmiendas que se votaron también ese martes en varios estados del país para proteger el derecho al aborto fueron aprobadas.
Aunque lamentaron que muchas de ellas no son vinculantes y dependerán de quien controle el Congreso y la de la nueva presidencia, representan, a su juicio, una mayoría de estadounidenses a favor de garantizar el derecho al aborto.