Por Bolívar Balcacer
En un mundo donde la eficiencia y la transparencia son esenciales para el buen funcionamiento de las instituciones, es refrescante ver a líderes que toman medidas decisivas para mejorar la calidad del servicio público. Tal es el caso de Jesús “Chu” Vásquez Martínez, el nuevo Cónsul General de la República Dominicana en Nueva York, quien ha iniciado su gestión con un enfoque claro y contundente en la limpieza y reorganización del consulado
Desde su llegada, Chu Vásquez ha demostrado un compromiso inquebrantable con la mejora del consulado, especialmente en el departamento de prensa. Durante años, este departamento se había convertido en un refugio para individuos que, lejos de contribuir al bienestar colectivo, utilizaban la oficina para pasar el tiempo sin aportar valor alguno. Estos pseudo periodistas, carentes de credibilidad y profesionalismo, habían transformado el departamento en una guarida de ineficiencia y desorden. ( computadoras, scaner, printer, tinta, internet, café, papel de sanitario, y los pasillos para bembeteo) todo gratuito y recibiendo dinero para hacer coro como putas de cortina.
La decisión de Vásquez de limpiar este departamento y reducir el personal es una jugada maestra, si Ramón Mercedes y Miguel Cruz manejan solos todos los periódicos dominicanos desde NY, bien puede el consulado controlar todo su material informativo, con solo tres personas competentes, uno de ellos que maneje la inteligencia artificial, un editor, un fotógrafo y enviar las notas de prensa a través de la cancillería y enviar directamente a los 3 medios de new york, es una medida audaz y necesaria, y crear un presupuesto para marketing, destinado a medios que realmente lleguen a la comunidad. Esta acción no solo optimiza los recursos y el tiempo, sino que también elimina la presencia de aquellos que no aportan nada significativo al consulado ni a la comunidad dominicana en Nueva York, solo una visita a los «medios de estos» ( Radio, Periódicos, programas de TV e internet) para ver el raquitismo cuando incluso programas con meses y años en el aire, tienen apenas 20, 10 y hasta solamente una visita, no pueden siquiera presentar un rating de audiencia aparte de su pobre producción, entonces porque pagar por lo que nadie compra ni ve, pero menos sigue.
Es crucial que el cónsul no se deje intimidar por estos pseudo periodistas, quienes, sin luces ni clase, han intentado chantajear en el pasado y en el presente y manipular a las autoridades para mantener sus privilegios. Estos individuos, convertidos en una asociación de “comunicapillos”, han vivido del maroteo y la desinformación, perjudicando la imagen y el funcionamiento del consulado, desde una oficina infuncional que solo lanza loas al consul, olvidando otras oficinas que si trabajan y nadie conoce sus esfuerzos y aportes.
La gestión de Chu Vásquez es un ejemplo de cómo una “escobita nueva barre bien”. Su enfoque en la eficiencia, la transparencia y la profesionalidad es un soplo de aire fresco para una institución que necesita urgentemente recuperar su credibilidad y funcionalidad. La comunidad dominicana en Nueva York merece un consulado que trabaje en su beneficio, y con Chu Vásquez al frente, hay razones para ser optimistas.
Felicitamos al cónsul por su valentía y determinación. Su liderazgo es una muestra de que, con las personas adecuadas en los puestos clave, es posible transformar las instituciones y ofrecer un servicio de calidad a la comunidad. ¡Bien por Chu Vásquez!
Hasta nuestro próximo comentario