Es probable que ambos ministerios sufran sus efectos y no para mejor

Es probable que ambos ministerios sufran sus efectos y no para mejor

La primera política pública en materia educativa que se debe tomar en cuenta, a partir de la unificación de los Ministerios de Educación (Minerd) y Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt), debe ser la contenida en la ley de la estrategia nacional de desarrollo que demanda un importante cambio respecto al tercer y cuarto nivel de la educación, así como los niveles de licenciatura y postgrado, haciendo mayores esfuerzos en todo lo relativo al desarrollo de la ciencia y la tecnología, tanto en investigación e innovación, como en la formación de carreras técnicas de alta prioridad, como demanda el mercado internacional y la propia estrategia nacional de desarrollo.

El diagnóstico corresponde al doctor Julio Valeirón, maestro de generaciones, quien afirmó que si este plan estratégico de desarrollo fuera solo de constituirnos en una sociedad de servicios, pues sigamos como estamos, dándole únicamente prioridad a dicha estrategia, pero si pretendiéramos montarnos en la ola del conocimiento con capacidad de ser referentes en algunas áreas del desarrollo tecnológico y otras, hay que hacer fuertes inversiones para hacerlo posible. “Es necesario e imprescindible, como han señalado diversos especialistas en el tema, la necesidad de adoptar un enfoque más profundo del desarrollo productivo e industrial, y para ello, si no contamos con las capacidades humanas desarrolladas, será imposible”.

¿Cree usted con esta reingeniería estructural se fortalecerán ambas instituciones?

Lo antes expuestos expresa que es más probable que ambos organismos, el Minerd y el Mescyt, en la ejecución de ese proceso sufran consecuencias inesperadas y no para mejor. La educación básica requiere de mayor inversión incluso, aún nuestras escuelas siguen adoleciendo de grandes carencias para desarrollar la propuesta curricular, incluso. En nuestras escuelas se requiere de docentes con altas competencias, además de que aún en nuestras escuelas no hay libros suficientes, pues las bibliotecas escolares siguen siendo un sueño; los laboratorios brillan por su ausencia; las conexiones y los equipos informáticos necesarios, aún ese tema no ha sido manejado con la eficiencia necesaria; que hablar de espacios y útiles deportivos y de gimnasia, como también música y artes en el sentido general. Por no decir de las facilidades más básicas como agua potable, sanitarios, e higiene. La escuela sigue siendo una cenicienta.

Las instituciones de educación superior tienen retos muy grandes respecto a la calidad de su formación profesional. Pero más que eso, necesitan romper con el esquema único de formación de profesionales para la empleomanía, dando paso hacia el desarrollo de la investigación y la innovación, y eso implica, inversiones cuantiosas, tanto en el desarrollo de académicos que respondan a esos esquemas como de instalaciones y laboratorios para su desarrollo. La relación entre empresa y universidad debe de dejar de ser un proyecto y convertirse en una realidad tangible. Son muchos los campos en que pudiéramos explorar: medio ambiente y ecología, energética, biotecnología, micro, inteligencia artificial, robótica, entre otras.

Presupuesto para cada entidad Educativa:

Hablar de montos específicos sin contar con planes de desarrollo concretos es muy difícil. Lo que sí debemos entender que la formación humana y técnico-profesional es el principal activo con que deberíamos contar para alcanzar la sociedad que queremos y en eso, no tenemos que escatimar esfuerzo e inversión, lo que sí debemos concebir es hacer eficiente el gasto y, sobre todo, crear todos los controles necesarios como un régimen de consecuencias diáfano y efectivo, que haga posible que los fines y propósitos estén por encima de cualquier otro interés.

¿Qué cuestiones particulares les preocupan?

Una de las cuestiones que más me preocupa y siempre ha sido el de la continuidad de las políticas públicas. Cada gobierno, con independencia incluso de si es del mismo partido o de partido distinto, se cree poseedor de las soluciones a los problemas nacionales y de esa manera, abandona con facilidad las cosas que ya antes se decidieron y se están implementando. Esa cultura de desconocer todo lo que anteriormente se ha hecho solo ha tenido una consecuencia: la postergación constante de los cambios que la educación requiere. En otros ámbitos de la vida nacional eso es imposible, como es el caso del sector el financiero, que tiene su norte muy claro con independencia del partido de gobierno. Todo luce que en dicho sector las lecciones fueron aprendidas y a tiempo. En salud como en educación eso no ocurre y observamos cómo vamos dando tumbos de una visión a otra y de una propuesta a otra, sin darnos tiempo siquiera de valorar los resultados. En una evaluación que hiciera la OCDE en el sector educativo a finales de los noventa, nos alertaron sobre eso. En sus recomendaciones señalaban la necesidad de darle continuidad a las políticas evitando el eterno estar iniciando de nuevo.

¿Qué opinión le merece la creación del Gabinete Educativo?

Si el Gabinete es para colocar el tema de la educación en general en la perspectiva del desarrollo nacional, involucrando a todos los sectores que sean necesarios en él, con independencia incluso de las banderías políticas y de las posiciones que determinados sectores tienen en la vida nacional, además de asegurar la continuidad de políticas educativas, bendito sea. Pero eso supone una instancia plural en la que amplios sectores estén presentes, y de manera especial, organizaciones que no forman parte del tren gubernamental. Espero que el espíritu de este Gabinete no sea aquel que primaba en las comisiones que no tenían otro propósito que no fuera postergar las soluciones de los problemas.

Retos de la educación del siglo XXI

El catedrático está convencido de que la educación está compelida a lograr esa transformación tan anhelada. “Los dominicanos hemos traspasado nuestra frontera isleña y estamos en cualquier lugar del mundo. Mejorar la calidad de nuestra educación es también mejorar nuestra presencia en el mundo, y no solo por nuestro espíritu de alegría, sino también por nuestras capacidades creativas . Es notable el gran esfuerzo que muchos de nuestros jóvenes profesionales están haciendo por ofrecer soluciones a problemas de medio ambiente, energía, agua, etc. Ellos necesitan el apoyo de un estado comprometido efectivamente con el desarrollo nacional”.

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