La propuesta busca elevar la actual recompensa de $15 millones de dólares, establecida en 2020 durante el gobierno de Donald Trump
Los senadores republicanos Rick Scott y Marco Rubio presentaron un proyecto de ley para aumentar la recompensa por la captura del gobernante socialista Nicolás Maduro a $100 millones de dólares.
Esta propuesta busca elevar significativamente la actual recompensa de $15 millones de dólares, establecida en 2020 durante la administración del exmandatario y actual candidato presidencial republicano Donald Trump.
El proyecto de ley, denominado Stop Maduro, tiene como objetivo incentivar la entrega de información que conduzca al arresto y condena de Maduro, quien enfrenta presuntos cargos por narcotráfico, delitos contra la humanidad y otros crímenes graves, reseña Miami Herald.
Según los senadores, la recompensa sería financiada con los bienes incautados a funcionarios del régimen chavista, que ascienden a aproximadamente $450 millones de dólares en el sur de Florida.
Durante la presentación del proyecto, Rick Scott destacó la necesidad de tomar medidas más contundentes para capturar a Maduro y poner fin a su régimen, que calificó de opresor.
“Esta medida no solo busca justicia para las víctimas del régimen de Maduro, sino también enviar un mensaje claro de que Estados Unidos no tolerará la impunidad”, afirmó.
Maduro y sus cómplices deben “enfrentar las consecuencias”
Marco Rubio, por su parte, subrayó la importancia de la cooperación internacional en este esfuerzo y expresó su esperanza de que otros países se sumen a la iniciativa.
“La comunidad internacional debe unirse para asegurar que Maduro y sus cómplices enfrenten las consecuencias de sus acciones”, declaró.
La propuesta ha recibido apoyo de varios congresistas y activistas de derechos humanos, quienes ven en esta medida una oportunidad para aumentar la presión sobre el régimen venezolano y acelerar el proceso de justicia para las víctimas de ese país.
El proyecto de ley Stop Maduro será debatido en el Senado en las próximas semanas, y se espera que genere un amplio debate sobre la política de Estados Unidos hacia Venezuela y las estrategias para enfrentar a regímenes autoritarios en la región.
