Lindor ha sido vital en unos Mets que se han metido de lleno en la pelea por un cupo a la postemporada
Todas las alarmas que habían en New York Mets se encendieron luego que este domingo el shortstop puertorriqueño Francisco Lindor se perdiera el segundo partido en los últimos tres días debido a dolores de espalda.
Parte de la ofensiva de Mets se vio afectada durante la derrota 2-1 ante Phillies de este domingo luego que Lindor se vio obligado a abandonar el diamante apenas al tercer episodio por dolencias en la parte baja de su retaguardia.
De hecho la molestia del boricua se ha extendido por varios meses y también lo obligó a abandonar el choque del viernes durante el séptimo episodio, lo que hizo que Carlos Mendoza le diera el sábado libre para que intentara mejorar de las molestias.
Según el propio Lindor la primera molestia que sintió fue mientras practicaba swings en la caja de bateo del juego del viernes, dónde terminó consiguiendo el imparable, aunque cree que tiene tiempo jugando con dolor en la zona.
Se espera que en las próximas horas Lindor sea sometido a una resonancia magnética para conocer el alcance de la dolencia y si podrá ser tratado día a día, o si por el contrario deberá ingresar a la lista de incapacitados por al menos 10 días.
Lindor mencionó que el dolor de espalda lo ha estado molestando por un tiempo y empeoró durante esta serie.
La lesión de Lindor llega en medio de un envidiable momento ofensivo que ha metido de lleno a los Mets en la pelea por uno de los dos comodines de la Liga Nacional, promediando .271 con 31 cuadrangulares, 86 carreras remolcadas, todo esto a pesar de un fuerte bajón ofensivo que el infielder sufrió durante los meses de abril y mayo, al comienzo de la temporada.
