La mujer «cristiana» había pedido a sus compañeros de iglesia que oraran por ella y su familia
La acusada es médico militar miembro del Ejército de República Dominicana y fue llevada a la Carcelita de San Luis
Una niña de seis años encontró un trágico final. Ana Josefa García Cuello, su madre y médico militar, es la principal sospechosa de haber decapitado a su hija, E.F.G., en el interior de su apartamento, ubicado en el sector Hainamosa, Santo Domingo Este.
El terrible suceso, ocurrido la mañana del jueves, supuestamente tuvo lugar en presencia del hermano menor de la víctima, un niño de cinco años.
La cabeza de la niña fue hallada en el baño, mientras que el cuerpo permanecía en la cocina del apartamento número 302, en el Residencial La Razón I, donde vive la familia.
Los vecinos de García Cuello, primer teniente del Ejército de República Dominicana, relataron que a primeras horas de la mañana escucharon la oración habitual de la familia antes de comenzar sus actividades cotidianas, sin imaginar el horror que vendría después.
No oyeron gritos ni ningún otro ruido que los alertara de lo que ocurría dentro de la vivienda.
Según narró Lenin Liranzo, un vecino de la mujer, ella misma tocó a su puerta y le dijo que alguien había irrumpido en su casa con la intención de robar. Al entrar a la vivienda, la cual fue abierta por el niño de cinco años, Liranzo encontró el suelo cubierto de sangre y salió «despavorido» en busca del supuesto responsable. Relató que revisó el edificio, pero no encontró a nadie.
«Escuchamos la puerta, era la vecina tocando y nos dijo que algo había pasado, que la niña estaba tirada en el suelo. Yo la vi gritando, la llevé a mi casa y cuando me acerqué a la puerta, vi muchísima sangre. Entonces, corrí despavorido, porque según ella, alguien había entrado. Busqué en todo el edificio para ver si veía al ladrón, pero no escuchamos ni vimos a nadie», relató.
Liranzo se mostró sorprendido por lo ocurrido, asegurando que García Cuello nunca había mostrado signos de «delirio» ni de que padecía depresión.
Los residentes del edificio se mostraron conmocionados por lo ocurrido, afirmando que García Cuello y su familia eran conocidos por su devoción cristiana, lo que le hacía aún más difícil asimilar la tragedia, dado su comportamiento habitual.
Lanzó el arma homicida en un solar baldío
La mujer presuntamente utilizó un cuchillo para cometer el crimen, arrojándolo luego a un solar baldío situado justo detrás del Residencial La Razón I.
La supuesta arma homicida, aún ensangrentada, fue encontrada durante una requisa realizada por agentes de la Dirección Central de Investigación Criminal (Dicrim).
García Cuello pedía que oraran por ella
La médico militar había regresado tres días antes de Estados Unidos, donde viajó para cuidar a un hermano, quien está delicado de salud.
La mujer es miembro de la iglesia evangélica Monte Moriah, ubicada en la calle Enriquillo del sector Los Trinitarios II. A sus «hermanos en Cristo» les confesó que atravesaba diversas dificultades familiares que la tenían profundamente desconcertada, pidiendo oraciones tanto por ella como por su familia.
Rosa Flores, quien compartía la fe con García Cuello en el templo, relató que la médico le había confiado sentirse perturbada por discusiones recientes en su entorno familiar. Sin embargo, dijo que nunca imaginó que esa angustia la llevaría a cometer un crimen tan espantoso.
Expresó que siempre había mostrado un amor profundo por sus hijos y los cuidaba con gran esmero.
«Yo le decía que para ver los resultados de lo que Dios es capaz de hacer, tenía que mantener su fe», expresó Flores, quien agregó que el mismo día en que García Cuello regresó al país, la visitó y le externó un abrazo fuerte.
Presa en la «Carcelita» de San Luis
García Cuello estaba, junto a su esposo, detenida para fines de investigación en el destacamento policial del sector Los Mina, Santo Domingo Este. De ahí, fue llevada a la «Carcelita» de San Luis.
El vocero de la Policía Nacional, Diego Pesqueira, informó que agentes de la Dicrim recopilaron grabaciones de varias cámaras de seguridad en el residencial.
Señaló que las imágenes no muestran la entrada ni salida de ninguna persona ajena al lugar, como había declarado la médico militar a un vecino, a quien dio la voz de alerta.
Además, según afirmó Pesqueira, tampoco observaron rotura ni force en la vivienda.
«Para mí, esto ha sido una escena muy desgarradora. Quisiera esperar a que los peritos nos entreguen el informe», dijo el vocero de la Policía, limitándose a comentar sobre las condiciones en que encontraron el cuerpo de la menor.