JAVIER FUENTES.
Vive en el Bronx. N.Y.
Politólogo, especialidad en Administración Pública
Lcdo en Teología.
Maestría en Escritura Creativa.
Maestría en Derecho y Relaciones Internacionales.
Artículo de Opinión
Juan 1:1 “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”.
Esto nos dice que la palabra (logos) y Dios (theos). Una misma cosa son; de la misma <<esencia y sustancia>>. Consustancial uno y otro.
Podemos ver esto más claro: << Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten>> (Col 1:16-17).
En el Antiguo Testamento el mismo Dios (Cristo) le hace la promesa al hombre-mujer (seres humanos), que él mismo vendría para vencer un ser con poderes superiores -Satanás- que había sido Querubín en el Altar y ninguna fuerza humana lo iba a vencer.
En Génesis 3:15 esta la promesa: << Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar>>.
Desde ese momento estaba sellado el más extraordinario conflicto Cósmico.
El Dios que lo creó todo contra la cabeza de su criatura.
Esta criatura lo iba a herir y al brotar la sangre del Dios encarnado iría como río limpiando el pecado.
Pero para conocer el pensamiento de Dios necesitamos ir a la Epístola de Efesios: <<Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra>>.(Efes. 1:3-10)
Con la lectura de estos versículos queda desvelado el plan de Dios para con la humanidad.
Ese es el mensaje que nos presenta la Biblia desde el Génesis hasta el libro de la victoria: Apocalipsis.
La Biblia es la que pone sobre nosotros la responsabilidad de evangelizar el mundo, nos da un mensaje para proclamar y nos dice como proclamarlo asegurándonos el poder de Dios para la salvación de todo hombre perdido.
Hay un hecho histórico tanto pasado como presente y es que el grado de compromiso de la iglesia con la obra de evangelización mundial esta estrechamente ligado con su grado de convicción en cuanto a la autoridad de la Biblia.
La misma Biblia nos deja ver para explicar que cuando el cristiano deja de tener confianza en la Biblia también pierde su celo por la evangelización. De igual forma, que cuando existe en ellos una convicción en cuanto a la autoridad de la Biblia, crece su deseo y responsabilidad por la difusión de su mensaje.
Es por ello que la Biblia nos da la revelación y el mandato de evangelizar lo cual es una necesidad para todo cristiano.
Así también existen dos fenómenos que son: el fanatismo y el pluralismo religioso.
El fanatismo explica una clase de celos irracional que si pudiera hacerlo, utilizaría la fuerza para obligar a creer. y erradicar la incredulidad el islam; es un ejemplo del fanatismo religioso.
El pluralismo religioso esta planteado en que: todas las religiones nos llevan a Dios, alientan una tendencia totalmente contraria.
Ante todo esto se nos presenta que ambos rehúsan tolerar el evangelio.
Existe un solo y verdadero Dios viviente, creador del universo, el Señor de las naciones y Dios de los espíritus y de todos los seres vivientes.
Hace aproximadamente 4,000 años que Dios llamó a Abraham e hizo un pacto con el prometiendole su bendición no solo a él sino en la posteridad, a todas las familias de la tierra (Gen 12:1-4), esto nos lleva a ser de Cristo por la fe.
Si por fe somos de Cristo, somos también hijos espirituales de Abraham y tenemos una responsabilidad con toda la humanidad.
Así que cuando Cristo vino; dicha promesa nos fue endosada en Él, aunque su ministerio estuvo en un principio en la tierra restringido a las ovejas perdidas de la casa de Israel (Mat 10:6; 15:24).
Pero también profetizó que vendrían mucho del oriente y del occidente y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos (Mat 8:11, Lucas 13:29).
Además, después de la resurrección y antes de su ascensión Jesús declaró: <<Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra>>. ( Mat 28:18).
Fue como consecuencia de esta potestad universal que él mandó a sus seguidores que hicieran discípulos de todas las naciones bautizandolo como iniciación a su nueva forma de vida transmitiendoles todas sus enseñanzas (Mat 28:19).
Y fue así que cuando el Espíritu de verdad y poder cayó sobre los primeros Cristianos, estos fueron a cumplir con aquel mandato, se hicieron testigos de Cristo hasta en lo último de la tierra ( Hechos 1:8-10).
Es más lo realizaron en amor de su nombre (Romanos 1:5; 3 Juan 7).
Nuestro mandato para la evangelización está en la Biblia completa y lo encontramos en la creación, debido a que todo ser humano es responsable ante Dios y Dios desea que nadie se pierda sino que vengan al arrepentimiento y se salven.
El mensaje del evangelio proviene de la obra de Cristo contenido en la Biblia.
La Biblia nos proporciona todas las enseñanzas para la evangelización del mundo y dar a conocer la obra vicaria de Cristo.