NYPD, el cuerpo policial metropolitano más grande de Estados Unidos, sigue viendo un aumento alarmante en las jubilaciones con o sin esperar la pensión, déficit que podría agravarse ante la anunciada crisis fiscal de la ciudad alegando la falta de recursos de la Casa Blanca para enfrentar la llegada masiva de inmigrantes.
Este año hasta el 31 de octubre hubo 2,516 renuncias de policías en NYC, de las cuales 1,476 fueron jubilaciones (con pensión completa) y el resto (1,040) sin esperar ese beneficio. En los años previos los números totales fueron 3,260 (2022); 2,459 (2021); y 2,933 (2020).
Incluso Keechant Sewell, la primera mujer en la historia en dirigir NYPD, renunció en junio. Los oficiales suelen trabajar 20 años o más para cobrar su pensión completa, que puede equivaler al 50% de su salario medio final, acotó New York Post.
Creo que tal vez el 95% de nosotros estamos planeando irnos»
Los expertos temen que el éxodo empeore porque la ciudad planea cancelar las próximas cinco promociones de la Academia de Policía, reduciendo la cantidad de estudiantes a la más pequeña que ha habido en décadas.
La falta de policías obviamente tiene un impacto en la seguridad pública, creando un círculo vicioso, pues muchas de las renuncias estarían vinculadas a la mayor carga de trabajo, la alegada “impunidad y frustración” ante la reforma penal e incluso a agresiones físicas y verbales a los agentes, con o sin uniforme.
El mes pasado un teniente hispano recibió una paliza por parte dos hombres armados en una estación del Metro de en El Bronx. Dos días después, otro oficial NYPD fue golpeado cuando trataba de detener a unos fumadores en el subterráneo, hecho que fue captado en un video. En ambos ataques los policías estaban uniformados.
En agosto del año pasado un oficial sufrió fractura de cráneo durante un ataque violento y robo estando fuera de servicio en El Bronx, a plena luz del día. Y en enero de 2022 dos jóvenes policías hispanos murieron baleados al responder a un incidente de violencia doméstica en Harlem.
“Todos los neoyorquinos deberían estar asustados. No es sólo el Metro. Deberías estar petrificados al caminar por la calle si esto es lo que sucede cuando la gente está tan envalentonada”. Así comentó Louis Turco, presidente de la Asociación Benevolente de Tenientes (LBANYPD), a raíz de los incidentes de noviembre en el Metro.
Las 2,516 renuncias de este año hasta octubre ya son la cuarta cifra más alta en la última década y representan 43% más que las 1,750 en 2018, antes de que la pandemia y los picos de criminalidad afectaran a la ciudad, según muestran los datos de pensiones de NYPD.
El número de policías que renunciaron antes de cumplir los 20 años necesarios para recibir sus pensiones completas también se disparó de 509 en el año 2020 a 1,040 en lo que va de 2023, un alarmante aumento de 104%.
Los años de salidas y falta de reemplazos ahora están pasando factura, obligando a los policías que permanecen a trabajar “cantidades inhumanas de horas extras forzadas”, lamentó Patrick Hendry, nuevo presidente de la Asociación Benevolente (PBA), el sindicato de policía municipal más grande del mundo.
“La carga laboral es un factor importante que aleja a la gente del trabajo”, afirmó el líder gremial. “Si la policía de Nueva York va a sobrevivir a estas reducciones de personal, no puede simplemente seguir presionando a los policías durante más horas”. El sindicato ha propuesto un horario flexible que haría que los oficiales trabajaran más horas en menos días.
Un oficial de policía, que pidió permanecer en el anonimato por temor a represalias, dijo al New York Post que planea dejar el trabajo el próximo verano cuando cumpla 20 años de servicio. “Me mantengo en contacto con los muchachos con los que estuve en la academia de policía y todos tenemos la misma noción”, dijo sobre su promoción de 2,400 agentes de 2004. “Creo que tal vez el 95% de nosotros estamos planeando irnos”.