Testigo del Tiempo / J.C. Malone
El plan, dicen personas con conocimiento de sus interioridades, es llenar el Tribunal Constitucional (TC) con jueces derechistas y ultraderechistas, por eso prorrogaron la fecha de aceptar postulantes.
Mientras, el presidente Luis Abinader promueve un sinsentido: no quiere jueces políticos en el único tribunal político, esos jueces deben estudiar la Constitución, nuestro documento político fundamental.
Lo que no debemos aceptar, bajo ninguna circunstancia, es que llene el TC de activistas derechistas con togas.
Mientras repite su sinsentido reiteradamente, según dice Altagracia Salazar, Abinader contrató a una firma de abogados para que le identifiquen juezas derechistas contrarias a las tres causales. Además de que confío en la seriedad de Altagracia, hice un breve ejercicio investigativo que confirma esa versión.
El 24 de noviembre, el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) extendió el plazo para aceptar nuevos aspirantes a jueces del TC. Eso se debió, sin duda alguna a que entre los solicitantes Abinader no identificó a quienes quería como jueces. Eran 34 solicitantes, en seis días había 117 interesados.
Durante esa prórroga, llegó la solicitud de la jueza Cecilia Inmaculada Badía, opuesta legal, religiosa y personalmente a las tres causales que justificarían el aborto. Se declaró “pro vida”, esgrimió el artículo 37 de la Constitución sobre la vida iniciando con la concepción.
Badía contó la historia de una joven embarazada por su padre, quien parió a su hermano y todos son felices, incluido el padre, abuelo marido preso. Un modelo de familia feliz bastante extraño, poco sacro y nada santo, para personas religiosas, como la magistrada, quien, pasándose de derechista se quemó en esa entrevista de trabajo.
Sería triste llenar el TC de activistas derechistas, veremos si Abinader logra derechizar esa alta corte. ¿Cuál fue la verdadera causa de que el lunes Abinader se ausentara abruptamente de la audiencia? Si el hombre más importante del país, preside la audiencia más importante de la nación, solo algo o alguien más importante que él y la audiencia, justifican su ausencia. ¿Qué o quién tiene tanta importancia?
