«Se identifican dos lanzamientos de mortero que cruzaron desde el Líbano hacia territorio israelí» y «cayeron en campo abierto» sin causar daños materiales ni heridos, informó este lunes (13.11.2023) el Ejército de Israel, que respondió atacando con artillería «las fuentes de los lanzamientos».
El Ejército detalló que «durante la noche identificó una célula terrorista armada en Líbano» cerca de la frontera con Israel, tras lo que los soldados israelíes atacaron al grupo.
Los enfrentamientos armados entre Israel y milicias palestinas en Líbano y Hezbolá se producen a diario desde el 8 de octubre, un día después del inicio de la guerra entre el Ejército israelí y Hamás en Gaza-tras el ataque de la organización terrorista Hamás contra Israel, el 7 de octubre-, que ha llevado a una escalada de tensión en toda la región.
El domingo, en otra jornada de choques, unos 10 civiles israelíes resultaron heridos -cuatro de ellos de gravedad- por un ataque con misiles desde Líbano, mientras que las tropas israelíes realizaron ataques de represalia con artillería y desde el aire a territorio libanés y a grupos de milicianos armados que se preparaban para disparar a su territorio.
Hezbolá se atribuyó el ataque
Hezbolá reivindicó el ataque y precisó que estuvo dirigido contra el «ejército de la ocupación (israelí)», en una de las jornadas más tensas en la frontera desde que se reavivaron las hostilidades.
Israel también registró el domingo varios lanzamientos de cohetes desde territorio libanés, algunos reivindicados por el brazo armado del grupo islamista Hamás apostado en el sur del Líbano.
Siete soldados israelíes sufrieron heridas leves por una de las tandas de cohetes. A estos se suman otros cinco militares israelíes heridos -cuatro de ellos graves- el sábado en dos ataques distintos, uno de ellos por misiles antitanque lanzados a un puesto militar.
Esta escalada es la peor que se vive en el norte de Israel y el sur del Líbano desde la guerra de más de un mes entre el Ejército israelí y Hezbolá, en 2006.
Desde el comienzo de las hostilidades en la zona, se han registrado al menos 90 muertos: 9 en Israel -7 soldados y 2 civiles- y al menos 81 en el Líbano, incluyendo 60 miembros de Hezbolá, 8 integrantes de milicias palestinas y 13 civiles -entre ellos un camarógrafo de la agencia Reuters y tres niños-.