Los giros bancarios de los clubes de las Grandes Ligas a peloteros dominicanos este año por concepto de nómina presentan un descenso con relación a 2022. Fueron US$12,9 millones menos, pero, aun así, se trata de una fortuna como para cubrir los presupuestos de media docena de ministerios.
Los 171 jugadores de matrícula quisqueyana que intervinieron en la serie regular 2023 o estuvieron lesionados, pero con acuerdos garantizados, totalizaron cobros por US$446,068,467. Se trata de un descenso del 2.8% con relación a los US$459,002,490 que recibieron los 182 hombres que recibieron pagos en 2022.
Sin embargo, la cifra muestra un incremento con respecto a la que «aseguró» el grupo que arrancó la temporada a finales de marzo. Entonces, ese pelotón de 98 jugadores podía ganar hasta US$427,898,514, por lo que el balance final presenta una subida bruta de US$18,169,953 y porcentual del 4.2%.
La mejora se explica con el ascenso a la Gran Carpa de 31 jugadores durante el curso y la llamada de otros 41 con experiencia previa, pero que no comenzaron en las plantillas. Ese grupo mitigó las pérdidas de una parte de los que comenzaron con contrato de doble vía, que no estaban garantizados.
Los incompletos
Es el caso de Hanser Alberto. De acuerdo con el sitio especializado en contratos deportivos Spotrac, el contrato del francomacorisano con los Medias Blancas de Chicago contemplaba pagos por US$1.6 millones si permanecía con el equipo la temporada completa. Pero el utility solo cobró US$454,285, puesto que fue dejado libre el cuatro de junio sin asignación a ligas menores.
Oscar González, que cerró la campaña 2022 a todo tren con una sobresaliente actuación con los Guardianes en la postemporada, comenzó el curso con un techo de cobro de US$722,600, pero solo disputó 54 encuentros con el equipo grandes y pasó la mayor parte del curso en AAA. Solo cobró US$306,915.
Cuanto se cantó ¡play ball! en marzo solo 60 jugadores tenía su dinero garantizado. El resto estaba sujeto al tiempo que estuviera en el primer equipo.
El reparto
El calendario de la temporada consistió en 186 días y se pagó a razón de US$3,871 como mínimo por día aparecido en roster. De ahí que el jugador con menos de tres años de servicios que jugó la fase regular completa no devengo menos de US$720,000 antes de impuestos.
Fue el caso de los relevistas Elvin Rodríguez y José López, llamados por urgencia por los Rays en junio y julio, que solo permanecieron con el equipo por un día y su pago como bigleaguers fue de US$3,871.
Muy lejos de esa cifra cobró por día de labor Juan Soto con los Padres. Al guardabosque se le depositó por cada fecha en roster US$123,655, es decir, que con dos días de labor alcanzó el salario promedio al año de un siquiatra en Estados Unidos, que de acuerdo a Forbes fue la ocupación mejor pagada en 2022 (US$226,880), seguida de cerca por los neurólogos (US$224,260).
De media, los dominicanos ganaron US$2,6 millones si se divide el total entre los jugadores, aunque una simple mirada con el microscopio arroja que solo 45 cobraron por encima de ese monto. Apenas 65 consiguieron pagos de al menos un millón y, como de costumbre, el 23% de los jugadores (41) se llevó el 80% del dinero (US$357 millones).
Lo que resta
Casi medio centenar de dominicanos ha tomado parte de la postemporada y devengarán proporciones del dinero recaudado por la venta de taquillas, de acuerdo a la cantidad de encuentros que dispute su club.
Otro ingreso pendiente es el reparto de los US$50 millones que hará el sindicato de peloteros para los 100 jugadores más sobresalientes que no hayan acumulado los tres años de servicios.
Peloteros como Elly de la Cruz (Rojos), Eury Pérez (Marlins), Geraldo Perdomo (Diamondbacks), Félix Bautista (Orioles), Yainer Díaz (Astros), Esteury Ruiz (Atléticos), José Sirí (Rays), Brayan Bello (Medias Rojas) y Christopher Morel (Cubs) son candidatos a recibir pagos extras, que pueden hasta superar lo cobrado por salario.