Estados Unidos está debatiendo qué apoyo estaría dispuesto a ofrecer a una fuerza multinacional en Haití liderada por Kenia, para ayudar a detener la violencia y enfrentar la crisis humanitaria, informó el viernes (04.08.2023) una funcionaria del Departamento de Estado.
La subsecretaria de Estado adjunta para Asuntos del Caribe y Haití, Barbara Feinstein, dijo a periodistas que la contribución de Estados Unidos dependerá del resultado de una evaluación de Kenia, que se espera tenga lugar en la capital haitiana en las próximas semanas.
Estados Unidos ha dicho que está dispuesto a introducir una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU para autorizar dicha fuerza. «Haremos todo lo que esté en nuestras manos para apoyar ese proceso y garantizar la rápida aprobación de esa resolución», remarcó Feinstein.
Feinstein reiteró que Washington «apoyaría firmemente» a una fuerza liderada por Kenia. Países de toda América y de África también han expresado voluntad de proporcionar apoyo o personal.
200.000 desplazados por violencia
El gobierno de Haití solicitó ayuda internacional de seguridad el año pasado y la ONU ha expresado en repetidas ocasiones su apoyo a una fuerza de seguridad.
Pero, recelosos de interferir en un país con un gobierno provisional no electo y un accidentado historial de intervenciones extranjeras, ningún país se había mostrado anuente hasta que Kenia dijo que estaba dispuesta a hacerlo, la semana pasada, y comprometió a 1.000 policías.
Cerca de 200.000 personas han sido desplazadas internamente en Haití, según estimaciones recientes de la ONU, sobre todo en el departamento de Ouestde Ouest, donde los residentes se enfrentan a frecuentes tiroteos, secuestros y violencia sexual, a causa de guerras territoriales entre bandas rivales.
Los grupos de ayuda y los productores de alimentos han tenido dificultades para trasladar personal y suministros básicos a las zonas afectadas, lo que ha provocado el cierre de hospitales y ha llevado a millones de personas a vivir en condiciones de hambruna.
Feinstein dijo que cualquier ayuda de EE.UU. a la policía de Haití sólo sería proporcionada a individuos investigados, y que se tomarían medidas en caso de violaciones de los derechos humanos.
Una mayor inclusión política y el establecimiento de condiciones para la celebración de elecciones libres siguen siendo temas de «gran urgencia», afirmó.