No es sencillo determinar cuál es la zona más afectada cuando llega una ola de calor y humedad a Nueva York, pues la temperatura urbana depende de muchos factores: asfalto, rascacielos, viento, árboles, proximidad al río o al mar, tráfico vial, tipo de construcciones y densidad poblacional, entre otros.
South Bronx ha sido identificado como uno de los vecindarios más calurosos. “Debido a la alta concentración de concreto, edificios y vehículos, se ha demostrado científicamente que el sur de El Bronx registra temperaturas más altas que otras áreas de la ciudad de Nueva York”, según Pix11.
Ese vecindario también cuenta con una de las peores calidades de aire y las tasas de asma más altas del país. La presidenta de El Bronx, Vanessa Gibson, ha dicho que está impulsando la plantación de más árboles, porque “tienen la capacidad no sólo de crear sombra, sino también de reducir las tasas de asma y de brindar realmente la salud y el bienestar con un enfoque muy holístico que los neoyorquinos necesitan”. A su favor, este condado tiene al noreste el parque más grande de la ciudad: Pelham Bay Park, tres veces más grande que el famoso Central Park.
En Manhattan, la alta concentración de turistas y tráfico vial en Midtown, donde no hay prácticamente árboles ni costa y sí muchos edificios altos, le dan un sitial especial a la hora de sudar.
Otras zonas en Queens y Brooklyn también padecen la falta de árboles y costa, pero tienen muchos menos edificios altos, tráfico peatonal y vial que Manhattan. En general, los vecinos de gasolineras, autopistas y los aeropuertos JFK y LaGuardia también están en desventaja por temperaturas más altas y mala calidad del aire, además del ruido. Pero si están cerca la playa, la brisa puede ser un alivio. En ello, Staten Island lidera.
Quienes viven cerca del Hudson o East River o grandes áreas verdes como Central Park, Forest Park, Riverside, Flushing Meadows–Corona y Prospect Park pueden disfrutar temperaturas menos calientes. En Brooklyn, Fort Greene y Clinton Hill son consideradas zonas “frescas”, así como Kew Gardens y Forest Hills en Queens.
“Gracias a lo que los investigadores llaman el ´efecto isla de calor´ (heat island effect), cuando el exceso de concreto y la escasez de sombra se combinan para elevar la temperatura, algunos vecindarios se sofocarán más que otros”, comentó Bloomberg News. “Partes de Midtown, por ejemplo, son en promedio 1-2 grados F más calientes que el distrito financiero (…) Las partes densamente pobladas de Queens también son muy calurosas, pero los efectos de la isla de calor disminuyen en las partes más arboladas y suburbanas del distrito”.
No se trata sólo de comodidad. El calor es un factor de salud y calidad de vida. “Más neoyorquinos mueren a causa del calor extremo que por cualquier otro tipo de fenómeno meteorológico, y los residentes negros mueren al doble de la tasa de los blancos, y las personas mayores son particularmente vulnerables”, advirtió The New York Times a principios de este mes.
La solución más básica es generar “sombras” que protejan del sol. Para ello se han venido aplicando medidas en todo Nueva York, unas por iniciativas personales en hogares y otras de la empresa privada y el gobierno municipal.