El año pasado, cuando los gobernadores de Texas y Arizona empezaron a enviar buses repletos de migrantes a la ciudad de Nueva York, el alcalde, Eric Adams, no solo criticó la falta de humanidad de los mandatarios republicanos, sino que recibió a los recién llegados con los brazos abiertos, y prometió que la Gran Manzana no los abandonaría.
Y aunque hasta el momento la Administración Municipal ha ayudado a más de 90,000 migrantes que han pasado por el sistema de albergues y que han sido conectados con servicios básicos desde ese entonces, el tono del mandatario, quien insiste en que Nueva York ya no cuenta con recursos ni espacio para seguir albergando a recién llegados, ya no es el mismo.
Tras advertir que la Gran Manzana ya no tiene más espacio para ubicar a quienes sigan llegando y anunciar que los adultos solteros que lleven mucho tiempo en refugios y hoteles comenzarán a recibir notificaciones donde les dan 60 días para buscar su propio alojamiento, Adams anunció que además la Ciudad inició una campaña para desalentar que migrantes vengan a los cinco condados con la esperanza de que tendrán donde quedarse.
A través de volantes, que están siendo repartidos en la frontera y distribuidos en redes sociales, la Ciudad de Nueva York les advierte, en inglés y español, que la situación en la Gran Manzana está cuesta arriba y que las cosas han cambiado en los últimos meses.
Bajo el título “actualización de NYC para quienes buscan asilo”, los volantes no solo recalcan que la Ciudad ha recibido a más de 90,000 migrantes desde abril del año pasado, sino que les advierte que “la vivienda es muy cara en Nueva York”, que “el costo de la comida, el transporte y otras necesidades básicas son de los más altos del país” y abiertamente les piden que consideren irse a otra ciudad y no a la Gran Manzana. “No hay garantía de que podamos proveerles albergue y servicios a los recién llegados”, afirman los volantes.
Y aunque líderes de organizaciones comunitarias como Hyldalin Colón, subdirectora de NICE, advierten que la movida del Alcalde deja ver “lo desesperado que está”, porque ya no cuenta con recursos suficientes para seguir albergando a más migrantes, también afirman que ese tipo de acciones envía un mensaje equivocado de lo que es Nueva York y no evitará que más personas sigan llegando en los próximos días. La semana pasado llegaron 2,800 nuevos migrantes.
“Nosotros entendemos donde la Ciudad está en este momento, pero también tenemos que entender que otras ciudades como Chicago, Washington D.C. o California también están recibiendo a migrantes. Y aunque hay que reconocer que la Ciudad hizo algo que otras no hicieron, tomaron esta decisión valiente de abrir las puertas, hoy vemos la necesidad de ser más interconectados y estratégicos y apoyarlos con abogados, ayudarlos a sacar sus licencias, conseguir un ITIN number y vacunarse”, aseguró la defensora de los inmigrantes. “Es una situación muy compleja, pero deja ver que el Alcalde está en un nivel de desesperación para tener que llegar a ese punto porque están faltos de recursos, pero así como Biden quiso hacer con volantes y megáfonos en la frontera cuando pasó lo del COVID, no va a funcionar y hay que buscar la manera de seguir ayudando a quienes lleguen”.
Theodore Moore, vicepresidente de Políticas y Programas de la New York Immigration Coalition (NYIC) fue más duro, y arremetió contra el alcalde por los volantes que está circulando, que pretenden causar alarma.
Cada día siguen llegando a NYC entre 300 y 500 nuevos migrantes. Foto Edwin Martinez
“Denunciamos el alarmismo y las mentiras descaradas del alcalde Adams. La impresión y distribución de estos volantes inexactos contrasta fuertemente con la tradición de bienvenida de Nueva York”, dijo el activista. “La ciudad de Nueva York ha dado la bienvenida a inmigrantes de todo el mundo, quienes a su vez han fortalecido nuestra economía y contribuido mucho a la cultura que ha definido a nuestra ciudad. Debemos continuar dando la bienvenida a nuestros nuevos vecinos y asegurarnos de que tengan acceso a vivienda, servicios legales y servicios sociales”.
Natalia Aristizabal, subdirectora de la organización Make the Road NY, también criticó el nuevo plan del Alcalde, quien ha cambiado su discurso de apoyo pleno a los recién llegados, y le pidió que en vez de destinar recursos en volantes y poner ultimatum de estadía a quienes están en los albergues, busque soluciones con diferentes estamentos para seguir tendiéndole la mano a quienes continúen llegando a la Gran Manzana.
“Imprimir carteles en inglés en una ciudad donde la gente aún no ha llegado, y no está llegando por elección, no hace nada para detener la llegada de migrantes y todo para avivar las llamas de la división en nuestra ciudad”, dijo la colombiana. “El Alcalde debe revertir el rumbo de inmediato y, en lugar de perder tiempo, dinero y tiempo al aire culpando a los inmigrantes, trabajar con socios en todos los niveles del gobierno y en nuestras comunidades para enfrentar este momento”.